¿Estás embarazada? Pues, en principio, ni estás enferma ni te han hechizado con magia, negra o blanca, para impedirte disfrutar del sexo. Como ya dije en otras ocasiones, solo existe una excepción para dejar de hacer el amor en estado de gracia, que es el hecho de que tu ginecólogo lo haya desaconsejado. Por ello, si no tienes una prescripción médica en contrario, no hay motivo alguno, ni vergüenzas ni miedos, para seguir teniendo sexo como estás acostumbrada a tenerlo. Cuestión distinta es que tu nueva condición física, que va desde el aumento del tamaño de la tripa hasta los dolores o incomodidades propias del estado de gravidez, te pida colocarte en posiciones más relajadas a las que estás habituada. Pero, esto tampoco es óbice para tener sexo. Así que, sigue leyendo, porque hoy te traigo 4 posturas sexuales, dos clásicas y dos cómodas, para hacer el amor embarazada.
Posturas para tener sexo embarazada
Tal y como hice en el artículo 4 posturas para hacer el amor embarazada (sentada y de pie), voy a dirigir mis consejos en función del trimestre de gestación en el que te encuentres. Pues no es lo mismo tener sensaciones de vómito sin barriga, que tener mucha tripa, pero también infinitas ganas de sexo.
Posturas sexuales clásicas
Si estás en ese grupo de mujeres que tienen un embarazo de lo más calmado y feliz y deseas seguir teniendo sexo de un modo normal, te recomiendo apartar el misionero y dedicarte a los placeres del estilo perrito y la vaquera.
1. Estilo perrito
Buena para todas las ocasiones (y estaciones), grandiosa para alcanzar tu Punto G con independencia del tamaño del pene de tu pareja; especialmente atractiva para dar rienda suelta a fantasías de dominación y sumisión, el estilo perrito también es una maravilla para mujeres embarazadas.
Entre el primer y tercer mes: fenomenal
En este momento de alteración hormonal incomprendida y senos singularmente sensibles, el estilo perrito se convierte en una alternativa ideal al misionero. Las embestidas pueden seguir siendo tan profundas y aceleradas como desees.
En el segundo trimestre: aún mejor
Durante esta etapa en la que, casi con toda seguridad, tu libido ha despertado como un monstruo sediento de sexo, el estilo perrito se sigue prestando a satisfacerte. Quizás con embestidas más suaves, pero con esa maravillosa sensación de ser asida por las caderas.En los últimos meses: sensual
Aunque, a estas alturas, todo parezca o resulte incómodo, lo cierto es que un perrito pausado y sensual puede ser la mejor postura sexual para este momento. Se trata de que la penetración sea suave y relajada, al compás de sus manos estimulando tu clítoris. ¿Ves? Ahora apetece más…
2. La vaquera
Aunque, la verdad, si se trata de masajear tu clítoris durante la penetración, entonces prueba la postura de la vaquera.
Entre el primer y tercer mes: revulsivo
Puede que no te apetezca nada, pero al tener las riendas de todo el acto sexual, esta postura puede servir de revulsivo libidinal y relajar la tensión del momento.
En el segundo trimestre: Oh, My God!
Pues eso, después de empujarle sobre la cama, solo tienes que cabalgarle hasta que tus hormonas digan ¡basta! Y eso se puede alargar mucho, pues la distinta sensibilidad de tu clítoris y vulva puede que te permita alcanzar el clímax, incluso más veces de lo que lo alcanzarías si no estuvieras embarazada.
En los últimos meses: orgasmos pre-parto
La vaquera también es una maravillosa postura para envolverte en felicidad orgásmica, antes de dar a luz a tu bebé. Una vez que descubras la comodidad de estar arriba (a pesar del barrigón), te darás cuenta de lo fácil, agradable y excitante que es rozar tu clítoris sobre su pubis, con un ligero meneo de caderas. Además, en estos meses sería muy extraño que necesitaras usar lubricante. No tengas miedo.Posturas sexuales cómodas
Si las posturas clásicas no te convencen, tienes molestias o dolores (pero ganas de sexo) o simplemente se trata de pereza congénita, entonces déjate llevar por la sensualidad de un par de posturas cómodas (¡o para comodonas!).
3. El arado
Una de las variantes del misionero, inclusive más sencilla. Solo tienes que tumbarte boca arriba en la cama, pero con el trasero justo en el borde.
Entre el primer y tercer mes: apta
Si no estás de humor para hacer el amor, puedes dejarte caer en esta postura y permitir que te haga un cunnilingus. Otra buena idea es que tu pareja esparza lubricante sobre tu vulva, y pase lenta, y progresivamente con más intensidad, un pequeño vibrador de clítoris con fragancias afrodisiacas.
En el segundo trimestre: fantasiosa
Más que fantástica, fantasiosa, porque es ideal para aquellas que disfrutan de ver su cuerpo a merced del placer que les va a provocar su partenaire. Y es que arar, en términos de sensualidad, se circunscribe a la imagen de unas manos que sujetan férreas los muslos dispuestos para el más pasional coito.
En los últimos meses: casi perfecta
El arado es una postura casi perfecta para el último trimestre si, en vez de posar los pies en el suelo, los dejas descansar sobre un par de sillas. Ya sé que la imagen dista (¡y mucho!) de ser erótica. Pero si piensas que en los últimos meses es más importante la comodidad que la elegancia, entonces coloca dos banquetas y deja reposar los pies (y a ser posible, las pantorrillas también).
4. La cucharilla
Sencilla, romántica, sensual y cómoda; recostada, abrazada, imaginas dónde está su miembro mediante el sentido del tacto, en una de las posiciones más indicadas para tener sexo embarazada.
Entre el primer y tercer mes: apta
Si bien hay otras mejores para este periodo, lo cierto es que ni la alteración hormonal es una excusa para ser abrazada, acariciada con esa ternura que también funciona como juego preliminar.
En el segundo trimestre: excitante y relajante
La cucharilla será en este momento tan excitante, como relajante. Y es que no solo se presentará como una opción de lo más sensual, sino también como ese deseado coito que prevenga las temidas noches de insomnio.En los últimos meses: maravillosa
Coloca un cojín fino bajo tu tripa, deja las caderas a disposición de tu pareja y disfruta de las sensaciones más agradables antes de dar a luz, sin hacer esfuerzo alguno.
Embarazada, el sexo también puede ser maravilloso.
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