«Mi polla es sagrada. Hay que reverenciarla. Es el centro del universo mundial, la manguerita de la alegría».
-Torrente
Tras leer mi reportaje sobre las mejores técnicas y posturas para la masturbación femenina, algunos me habéis escrito para pedirme uno sobre la masculina. Lo cierto es que hemos publicado muchos artículos generales y específicos sobre esta práctica erótica, ya la realice el amante (el carrete filipino, la cubana, el conejito, la masturbación con los pies…), ya sea el propio hombre (el masaje de próstata, la estimulación pene-escroto-perineo, la «vagina aerostática»…), pero como vuestros deseos son órdenes, aquí tenéis un nuevo curso de la Academia para Mentes Perversas de Brenda B. Lennox en el que os explicaré cómo haceros una gayola de película.
¿Tenéis la polla a mano? ¿Sí? Pues empezamos.
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Las mejores técnicas para masturbar un pene
King Kong
Considerando que en parte de Latinoamérica la palabra «gayola» significa cárcel o prisión, supongo que algunos os habréis quedado de piedra al descubrir lo que significa en España la expresión «hacerse una gayola». No tengo ni la más remota idea de su origen, pero lo cierto es que muchos hombres se masturban aferrando su polla y sacudiéndola con una fuerza y un ímpetu que ni King Kong a los barrotes de su jaula.
No solo es habitual esta manera rauda de masturbarse que busca acelerar el orgasmo, también lo son la postura de la mano (entera y con el dedo gordo hacia arriba) y la dirección del movimiento (arriba y abajo). Considero que es un gran error por dos motivos: por un lado, la masturbación, como cualquier otra práctica sexual, debería ser un placer en sí misma, no un esprint; por otro, si te acaricias observando las reacciones de tu cuerpo podrás aprender a controlar la excitación, evitando la eyaculación precoz en las relaciones sexuales.
Prison Break
¿Quieres experimentar nuevas sensaciones? Pues ya sabes, «si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo». Rompe con la monotonía. Utiliza estas técnicas que te ayudarán a salir de la gayola con una buena gayola:
Maneras alternativas de cogerte el pene. Con los dedos índice y medio, apretando la zona del frenillo; con las palmas de las manos extendidas, frotándotelo suavemente como si fuera un palo de yesca; con toda la mano, pero con el pulgar hacia abajo, apretando la base en vez del glande.
Movimientos alternativos. Gira la muñeca describiendo círculos y espirales; retuerce tu miembro con suavidad y delicadeza con ambas manos como si «escurrieses ropa mojada»; sostenlo con una mano y mastúrbalo de arriba abajo mientras acaricias en círculos el glande con la palma de la otra lubricada previamente.
La técnica «El lechero». Para llevarla a cabo, forma un anillo alrededor de la base del pene con dos dedos de una mano, aprieta un poco, asciende hasta tu glande y cuando estés a punto de llegar a su punta, haz lo mismo con la otra mano. El truco es imprimir movimientos rítmicos para que ambas estimulen el pene hacia arriba sin bajar y sin parar, como quien ordeña.
El brazo tonto de la Ley
Obviamente, tu amante también puede aplicar las técnicas anteriores cuando te masturba, pero si eres de los que no tienen pareja estable ni nadie a quien preguntar «¿Nos hacemos unas pajillas?», no desesperes; las siguientes técnicas te harán sentir que otra persona te acaricia sin necesidad de tener que recurrir al truco de sentarte sobre el brazo hasta dejarlo tonto.
Simulación de sexo oral. Unta tu miembro y tus manos con una buena dosis de lubricante. Luego, sostenlo colocando la palma de tu mano no dominante sobre el lateral del glande. Oprime con suavidad. Coloca los dedos índice y medio de tu mano dominante juntos y de manera horizontal, con la palma hacia ti. Presiona el glande contra la abertura entre los dedos relajados, no tensos. Hazlo muy despacio hasta que un tercio del cuerpo del pene haya pasado por la abertura, sácalo hasta que solo tengas dentro el glande y vuelve a comenzar.
Simulación genital. También deberás untar tu miembro y tus manos con una generosa cantidad de lubricante. Luego, junta las palmas de las manos, entrelaza los dedos de manera que quede un hueco entre ellas e introduce tu miembro en él. Ahora puedes darte placer de dos maneras: masturbándote con las manos o relajarlas para penetrar el hueco simulando que te lo follas.
Consejos finales para liberar a Willy
No te limites al pene. Entiendo que para ti, tu polla es sagrada, «el centro del universo mundial, la manguerita de la alegría», pero no olvides que todo tu cuerpo es una fuente inagotable de placer. Acaricia tus testículos, tu perineo, tus muslos, tu ombligo, tus pezones… mientras te masturbas. Triplica la apuesta.
Lubricante. No hace falta que te recuerde que tu amiguito de juegos es muy sensible y puedes lastimarlo o sobreexcitarlo si lo masturbas en seco. Aplica siempre lubricante, no solo cuando te lo he remarcado; evitarás irritarlo y además aumentarás el placer.
Higiene. Tus manos son un caldo de cultivo de virus y bacterias, lávatelas bien antes de ponerte manos a la obra. Luego… juega, combina técnicas, mastúrbate a través de un pañuelo de seda o de raso, crea, fantasea…
¡Libera a tu Willy!