Noticias de sexo

La vuelta al trabajo y las masturbaciones

Volver siempre es duro: la vuelta de vacaciones, la vuelta al cole (esta solo es dura para los pequeños, para los padres y las madres es una puta liberación), la vuelta al trabajo, sea desde casa o en la oficina, la vuelta con tu ex (una vez leí en una novela que volver con tu ex era como comer repollo recalentado y se me quedó esa frase grabada a fuego, así que yo esa clase de experimentos no los hago)… Ahora que septiembre está acechando y que vuelves a la ciudad, arrastrando los pies por el asfalto, mohínos y cabizbajos, debieras ser más considerado con el prójimo porque quien más, quien menos, está volviendo de algo: intenta ser paciente.

Imagínate además, que has estado teletrabajando desde el año pasado y que tu empresa ahora te ha dicho que hay que volver a la oficina, aunque sea en régimen semi-presencial: qué ilusión bárbara, ¿verdad? Tú que venías asistiendo a las reuniones por Zoom vestido de cintura para arriba, pero que debajo bien podías estar en calzoncillos o bragas, indistintamente de tu género o, simplemente, en pelota picada. Pues se acabó, claro está, porque ahora no puedes presentarte de esa guisa en la ofi. O sí, porque el hombre es un animal de costumbres y las rutinas nos pueden jugar una mala pasada. Que se lo digan si no a Leonard. ¿Que quién es este pavo? Pues un señor inglés que tiene 56 años y seis hijos (sí, han leído bien) y que volvió a su oficina después de meses trabajando desde casa: no piensen mal, que no fue vestido de lagarterana, él fue con su trajecito bien planchado y con su merendera con sándwich, como buen inglés. El problema aconteció a las 11 de la mañana cuando Leonard, que ya llevaba unas horas de gráficos bursátiles, se sacó la chorra y se masturbó como venía haciendo cada día desde que le mandaron para casa en marzo 2020. Lo que pasa que claro, masturbarse ahí en tu mesa de la oficina es un poco de mal gusto. Eso debió parecerles a los guardias de seguridad (que también, vaya papelón que tienen muchas veces) y a la empresa, que le despidió de forma fulminante, según cuenta Sunday Sport, que tiene nombre de tabloide y de relatar cosas importantes, y las masturbaciones lo son.

No crean que Leonard se ha ido con el rabo entre las piernas, no, porque muy digno él, ha empezado una campaña porque considera improcedente su despido. Algo así como Liberad a Willy pero en penes («Willy» es una de las formas coloquiales de nombrar el pene en inglés): dejad libres vuestros falos también en la oficina, basta ya de tanto encorsetamiento, copón. No hemos tenido noticias de lo que piensa la mujer de Leonard al respecto de su despido: quizá le esté apoyando entregada en su campaña porque dirá que mientras se masturba no le está haciendo el séptimo hijo porque seis ya son enough y que qué contenta está ella ahora que vuelven al cole…

Pero sigamos con el resumen de prensa porque viene cargadita de sucesos: en Mallorca, donde suelen veranear muchos lectores del Sunday Sport, la policía ha detenido a un conductor mientras esnifaba y se masturbaba. Ojocuidao, que luego decimos que los tíos no son capaces de hacer más de una cosa al mismo tiempo: aquí el amigo, del que no tenemos ni las iniciales, hacía tres, conducir (o intentarlo, al menos, porque le detuvieron cuando se estrelló contra un contenedor de basura), esnifar y masturbarse. Esto sí que es una gesta y no la del Cid, hombre por Dios, porque tiene su enjundia hacerte una paja mientras tienes que prestar atención al volante y a los espejos retrovisores y, además, te metes una raya. A mí no me daría para las tres, ya os lo digo, pero debemos intentar comprender las circunstancias del señor sin iniciales, que a lo mejor venía de la oficina y no había podido masturbarse como Leonard y lo tenía en «pendientes».

O peor, iba camino del trabajo y se enteró por la radio de lo de la campaña del británico y pensó: pues esto ya me lo llevo hecho de casa, porque de casa hay que salir cagado, llorado y follado. Lo de la raya no sé como calzarlo, pero considerando que los regresos son duros, que es como he arrancado este texto, a lo mejor la coca era para intentar sobrellevar la vuelta lo mejor posible, ¿no creéis?

Sexo en la oficina: Razones, modos, lugares y personas

Las mejores canciones para trabajar y soñar (eróticamente) en la oficina

¿Sonríes en la oficina? (Sucedió en Madrid) – Relatos eróticos (3 historias cortas)

Relatos ero gay: Sexo en la oficina – Relatos eróticos cortos