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La sexóloga que anima a tocarse las tetas – Entrevista a Ester Álvarez

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Psicóloga y sexóloga, Ester Álvarez colabora en Volonté desde hace ya más de un año. Nos trae artículos sobre educación sexual y relaciones de pareja donde siempre ofrece sabios consejos para mejorar nuestra vida erótica. Hemos entrado a su Instagram y resulta que le gusta tocarse las tetas. Vamos a averiguar por qué, vamos a hablar de tetas.

Me encantan las tetas. ¿Y a ti? ¿Por qué es tan importante tocarlas?

A mí me parece que son un elemento de atracción para la mayoría de las personas. A muchos hombres un gran escote les despierta su erotismo, tal vez por su parecido con las nalgas. En cualquier caso, juegan un papel importante en la erótica, ya sean pechos femeninos o masculinos, tendemos a desear besarlos y morderlos como si volviéramos a nuestra más tierna infancia. Y en el otro lado, que nos estimulen los pechos suele ser también algo placentero que nos excita.

Pero no hay que olvidar que tocarnos las tetas también es un acto saludable, imprescindible en el diagnóstico precoz de cáncer de mama. Además, tocarle las tetas a tu pareja, no sólo puede ser un acto erótico sino también de prevención. De hecho, así sucede que, en algunos casos, es la pareja quien detecta cualquier bultito anómalo.

¿Aún hay mujeres que no se hacen pruebas por pudor? ¿O es más bien por miedo a un diagnóstico positivo?

Yo creo que las dos cosas. En algunos casos el pudor o el pensar que a ti no te va a pasar. En otros, el miedo porque quizá conocemos casos cercanos o de algún familiar y tan sólo la idea de tocarte, en la búsqueda de algo, te provoca un miedo atroz. Justamente eso quería visibilizar en mi publicación de Instagram que mencionas al inicio de esta entrevista, y por eso decidí mostrar en una imagen la situación de ponerse frente al espejo y tocarse.

¿Por qué necesitamos mamar de sexólogas?

Con «mamar» entiendo que te refieres a aprender y sí, en efecto hay mucho que aprender de las sexólogas que nos dedicamos a la divulgación sexual. Principalmente porque, como mujeres inteligentes y sexuales, luchamos por romper el estigma que se nos impone. Muchos hombres piensan que, porque hablemos de sexo libremente, tienen derecho a faltarnos al respeto o a mandarnos «fotopollas».

Lectura recomendada: ¿Por qué los hombres mandan fotopollas no solicitadas?

Es evidente que vivimos en una cultura patriarcal y que hay mucho que aprender aún. Las sexólogas, partimos de unas relaciones más equitativas entre hombres y mujeres en todos los sentidos, incluidas las relaciones sexuales.

¿De qué sexólogas hay que mamar para entender las relaciones en profundidad?

Tengo muchas compañeras maravillosas que hacen un trabajo estupendo y a quienes apoyo en todo lo que puedo, del mismo modo que lo hacen conmigo. Al final esas sinergias son las que más te nutren como profesional.

Podría decir un montón de nombres, pero esto se haría muy largo, así que me quedo con dos sexólogas a quienes leo con frecuencia y que son también compañeras de Volonté: Valérie Tasso y Silvia C. Carpallo. Ambas son grandes profesionales y tienen mucho que aportar a la sexología.

Si la teta es el hogar, y la areola, la alcoba, ¿cuál es el pezón de la pareja?

Pues creo que ese pezón o punto esencial en el erotismo que ayuda a mantener la llama erótica en la pareja es no olvidarse nunca de enamorar a quien duerme cada noche en tu cama, con pequeños detalles, con abrazos, caricias… escuchar las necesidades del otro y no caer en el aburrimiento sexual.

Topless. ¿Qué hay detrás de quien lo prohíbe? ¿Habría que fomentarlo? ¿En qué se diferenciaría de mostrar los senos en fotos de Instagram, por ejemplo?

Este es un tema que me pone de muy mala leche (ya que hablamos de tetas). Yo he vivido en Brasil y allí el topless está prohibido, algo que me parece de lo más absurdo porque, en cambio, es muy habitual que las mujeres lleven unas braguitas de bikini minúsculas que muestran todas las nalgas. Entonces ¿qué pasa? ¿Los culos son válidos y las tetas no? ¿Por qué? Me parece increíble cómo controla el Estado los cuerpos de las mujeres.

La doble moral es evidente también en las redes sociales. Yo, desde luego, no alcanzo a entender por qué no se puede mostrar un pezón femenino y sí uno masculino, ¿acaso son tan diferentes? ¿A una mujer o un hombre homosexual no le puede poner cachondo ver un pezón masculino? ¿O es que sólo los femeninos son eróticos?

Silicona, ¿sí o no? ¿Por qué?

Evidentemente yo respeto que cada mujer haga con su cuerpo lo que quiera, pero si tengo que elegir una postura digo no. La explicación es muy sencilla: la silicona me parece una invención del patriarcado para que todas las tetas sean voluminosas y de acuerdo con el modelo establecido como deseable por el hombre. No, señores, las tetas pequeñas también pueden ser deseables, y las caídas… ¡Más aprender a amar nuestros cuerpos diversos y menos silicona!

Probablemente, más de una mujer que esté leyendo esta entrevista, tenga miedo a mostrar sus pechos, incluso en la intimidad con la pareja, por cualquier razón física y/o moral. Me gustaría terminar la entrevista con un mensaje directo a esas mujeres. ¿Qué les dirías?

Les diría que se pusieran delante de un espejo cada día, se miraran y se repitieran a sí mismas que sus tetas son perfectas. Les diría que cerraran los ojos y las tocaran con amor y deseo, como lo haría su amante, hasta que sintieran placer con sus propias caricias, porque solo cuando aprendes a amar tu cuerpo eres capaz de sentir placer.