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Sexo draconiano o los lados del pene – Entrevista a Brenda B. Lennox

Una de nuestras últimas incorporaciones en el blog, Brenda B. Lennox, es ya la última sensación entre nuestros lectores de relatos eróticos. Su narrativa es fuerte, directa, severa. Quizá porque es vengativa, quizá porque solo quiere jugar, quizá porque quiere jugar y vengarse, mientras hace lo que más le gusta: contar historias.

¿Quién es Brenda B. Lennox?

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Brenda B. Lennox en la ducha

Sexo draconiano o los lados del pene con Brenda B. Lennox

  1. Escribir es follar y follar es escribir nuestra historia sexual. ¿Estudias o trabajas?

«Escribir es follar»… interesante reflexión. Nunca lo había pensado. Supongo que, en cierto modo, pueden ser lo mismo. Cuando escribo, sea el género que sea, me apasiono, me entrego totalmente, el mundo desaparece y solo existe el folio en blanco; aunque también hay momentos en los que la historia no fluye o me atasco en una frase o me despisto con otros pensamientos o, al releer y corregir, pienso que ese texto es malísimo y no tan «maravillloso» como me pareció cuando lo escribí. Sí, «escribir es follar», con sus polvos buenos y sus polvos malos.

«Follar es escribir nuestra historia sexual»… sin lugar a dudas. La vivida en la realidad y la vivida en la fantasía, esta última con tanta intensidad como si hubiera pasado realmente. De todos modos, ¿qué es la realidad? Me encanta el relato zen sobre el maestro Chuang Tzu y su sueño en el que era una mariposa. Ya empiezo a divagar. No te había comentado que me encanta filosofar, ¿verdad?

Estudio y trabajo. Leo muchísimo para documentarme sobre lo que voy a escribir, ya sea un relato, ya sea un reportaje. Y luego trabajo, duro, soy perfeccionista en todo lo que hago. Hay reportajes que me han llevado días. No importa, me gusta escribir sobre sexualidad.  Pere Estupinyà me dijo que soy una «sex nerd»…  me encantó. Lo soy, la sexualidad es apasionante; cuanto más la estudio más consciente soy de que no sé nada sobre ella.

  1. El sexo no puede darse como compensación por nuestros actos o el erotismo desaparecería de nuestras vidas. Quizá, en algunas vidas, nunca estuvo ni estará presente…

Así es, pero, por desgracia, utilizamos muchas veces el sexo como una compensación; por ejemplo, tras una discusión o para evitarla o por compromiso. Y el erotismo desaparece, sí, el sexo acaba siendo una transacción. Creo que la culpa de ello es una deficiente educación sexual por un lado y, por otro, la sociedad de consumo que lo ha convertido en un producto más.

  1. ¿Cuántos premios has recibido por tus relatos y poemas?

Un Príncipe de Asturias, un Pulitzer y un Nobel. Ahora ya sabes quién se esconde tras mi seudónimo (risas). Ojalá. Más de quince. Es hermoso que gente que no te conoce premie un relato o un poema. A tus amigos siempre les encanta lo que escribes, ¡¿qué te van a decir?! Pero cuando alguien que no conozco (ya sea el miembro de un jurado, ya sea un lector) me dice que le ha gustado, siento que he creado una conexión entre nosotros. Hermoso, sí.

  1. Has hecho entrevistas fabulosas como la del valiente Jaume Sanllorente, además de un montón a otras personas famosas: de Venus O’Hara a Fernando Sánchez Dragó, pasando por Silvia C. Carpallo, Pere Estupinyà, Ouka Leele, Tentesion, Lorena Berdún, Amarna Miller… ¿Quién es Brenda, quién es B. y quién es Lennox?

Brenda B. Lennox soy yo. Es un seudónimo que me permite desarrollar facetas de mi personalidad, entregarme con mayor libertad al erotismo, explorar mis límites. Escogí el nombre de Brenda porque es el de un personaje de ficción con el que me identifico. Lo mismo ocurre con el apellido. Ambos personajes tienen caracteres  opuestos, pero yo tengo mucho en común con ambos. Eso puede resultar un problema, porque unas veces soy totalmente Brenda y otras, totalmente Lennox;  es una lucha interna, de ahí la B. La B significa Be: Brenda Be Lennox. Es un modo de recordarme que no es una cuestión de lucha, sino de unión.

  1. Sabemos que tus mejores relatos eróticos están inspirados en la figura del editor de Volonté, pero ¿en qué te gustaría reencarnarte? ¿En una muñeca hinchable japonesa o en un nudo shibari? ¿Cómo es el proceso de reencarnación?

(Risas). ¡Sí! Eres uno de mis fetiches favoritos, pero ya sabes que tenemos una relación de amor y odio muy compleja, no te extrañe que me inspire en ti para escribir un relato de género negro con tortura y asesinato incluidos…

No tengo nada de muñeca hinchable. Soy apasionada, necesito besar, morder, arañar, ordenar, gemir… aunque puedo ser sumisa con un amante que saque ese lado de mi  personalidad. Si tuviera que reencarnarme sería en un nudo de shibari, sin duda, el Shibari me fascina. Escribí el relato Shibari y también un reportaje sobre el tema, aunque soy una mera aprendiz en la materia. Como me hizo ver el maestro Alberto No shibari, es técnica, arte, erotismo, entrega… un mundo complejo y fascinante.

¿Cómo es el proceso de reencarnación? Espero que te refieras al literario, porque como me ponga a hablar de budismo, aburro a las ovejas (risas). Me viene una idea para un relato y dejo que crezca en mi cabeza, como una película que se va montando sola. Un día, se completa  y, entonces, me siento a escribirla del tirón. Me arrastra. Eso no implica que luego no la pula, pero el proceso de creación es ese. Soy cada personaje que escribo, me meto en su piel y siento la historia. Recuerdo un relato sobre un pederasta con el que quedé finalista en un premio. Fui él (mientras escribía).  Cuando lo releí, me di asco a mí misma. En cuanto a los eróticos, los siento aún con mayor intensidad. Me excito tanto que, a veces, tengo que parar. Revivo, vivo, creo. Es catártico.

Me reencarno… o los personajes me cuentan su historia como En la Historia Interminable. A veces pienso que solo soy el mensajero. No me pasa solo a mí. Uno de mis libros favoritos es La luna no respondió, de JP Rodríguez Murillo. Me confesó que, en muchos momentos,  se sintió así, como si alguien le estuviera contando una historia que había ocurrido en algún lugar y él, simplemente, la transcribiera. «Me la contó el viento», me dijo.

  1. Tus relatos destilan sabiduría sexual… ¿Cuántos lados tiene un pene?

Si no lo sabes tú que convives con uno… (risas). Dos, ¿no? Aunque, ¡espera!, ¿el tuyo tiene más? Interesante… cuando quieras quedamos y me inspiras otro relato erótico.

  1. ¿Qué falta y qué sobra en España para que Brenda sea feliz? (Nos referimos exclusivamente al sexo).

Falta educación sexual integral y sobran prejuicios, tópicos sexuales perniciosos, estereotipos limitantes, hipersexualización,  tabúes, represión, miedo, complejos, traumas, homofobia… Consecuencias directas de la ausencia de una correcta educación sexual integral.

  1. ¿Cuál es el mejor blog erótico en español? No razones la respuesta, pero piénsatela bien…

Fuego, de Brenda B. Lennox. Lo dice mi madre y lo que dice mi madre va a misa. ¿O no? No razones la respuesta, pero piénsatela bien…

  1. Lo de sexo draconiano iba con terceras… ¿Seguro que no pasó nada con Sánchez Dragó? Somos todo oídos.

Eres un chico muy malo, te mereces unos azotes… Con Dragó pasó lo mismo que con el resto de las personas a las que he tenido el placer de entrevistar: aprendí mucho de él. Solo que es muy sexual y juguetón, y creo que quiso descolocarme con su propuesta.

Ya hemos terminado la entrevista, ¿verdad?; ardo en deseos de pasar al sexo draconiano…

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