Los juguetes eróticos siempre han estado y siguen presentes en la mente de un sexólogo, por ser una gran herramienta terapéutica en casos muy concretos: sobre todo en el caso de las mujeres, en general, para aprender a conocer mejor nuestro cuerpo.
Un vibrador para tratar dificultades sexuales de mujeres
Podríamos decir que casi todos los juguetes eróticos pueden llegar a tener esa función terapéutica. Sin embargo, ahora, sale al mercado un nuevo estimulador de clítoris, SONA, que sin duda se va a convertir en LA herramienta terapéutica por excelencia, para poder trabajar mejor a pacientes con dificultades sexuales.
Al margen de su estética de líneas puras de gran belleza, de su extrema suavidad (está recubierto al 90% con silicona médica), su fácil manejo, etc., SONA posee una característica excepcional: su tecnología. Y es que no es un estimulador de clítoris al uso, no, es un juguete erótico-terapéutico.
Por la forma de su embudo junto a la nueva tecnología, que utiliza ondas para estimular ese órgano que tantas y tantos han ido buscando como si fuera el Santo Grial, SONA permite la estimulación el clítoris sin tocarlo. Esta tecnología de ondas se ofrece mejorar considerablemente nuestra respuesta sexual humana (D.E.M.O.R.: Deseo, Excitación, Meseta, Orgasmo y Resolución), en los siguientes casos de dificultades sexuales:
La anorgasmia
Existen dos tipos de anorgasmia: la primaria y la secundaria. Hablamos de anorgasmia primaria cuando una mujer NUNCA ha sentido un orgasmo. Tener anorgasmia secundaria significa que una mujer puede llegar al orgasmo algunas veces y otras no. En ambos casos, el sexólogo recomienda a la paciente, además de la terapia sexual en consulta, hacer ejercicios prácticos, masturbándose para aprender a reconocer las sensaciones de su respuesta sexual.
SONA, al centrarse en este punto de placer de más de 8.500 terminaciones nerviosas, es el juguete ideal para ir directamente «al grano». Es verdad que todo nuestro cuerpo es una zona erógena en sí, pero, en casos como los descritos arriba, empezar por estimular el clítoris es fundamental para perderle miedo a nuestra respuesta genital.
Aprender a conocer mejor nuestro cuerpo
Muchas mujeres jóvenes se masturban y pueden llegar al orgasmo, pero estimulan esta zona sin saber realmente que la estimulan (frotándose contra la almohada, por encima de las bragas, etc.). En estos casos, suelen desconocer dónde se encuentra exactamente el clítoris. SONA es un pequeño aparato que, por sus características, «obliga» a explorar esta zona tan placentera y guiar a estas mujeres hacia el máximo punto de placer.
Evitar molestias en el clítoris
Hay mujeres que llegan sin problemas al orgasmo, pero que se quejan de los estimuladores tradicionales, al sentir ciertas molestias (picores, quemazones, etc.). SONA, al no tocar el clítoris, evita esas molestias y la respuesta sexual femenina puede completarse sin esos inconvenientes que afectan a muchas mujeres, para poder vivir al máximo el momento de plenitud.
Llegar a vivir la «multiorgasmia»
Siempre se habla de la «multiorgasmia» como de «un elemento excepcional» en algunas mujeres. Lo vemos a través de los medios de comunicación, a través de blogs sobre sexo que nos venden la multiorgasmia como un don especial que tenemos algunas… Es absolutamente falso.
Cualquier mujer es capaz de poder encadenar un orgasmo tras otro, contrariamente a los hombres que, después de eyacular, necesitan algo de reposo (lo que llamamos la «resolución» o el «periodo refractario» en sexología). Las mujeres no tenemos un periodo refractario tan marcado como el de los hombres, con lo cual, si lo deseamos, podemos volver a excitarnos y a llegar al clímax cada vez que nos dé la gana.
No es una condición excepcional de una minoría de mujeres. Es algo que todas podemos conseguir si conocemos bien nuestro cuerpo, si estamos de lleno en nuestras sensaciones de placer (el sexo se tiene que vivir al 100% para poder ser placentero. Pero muchas veces, nos disipamos mentalmente con mucha facilidad, lo que nos impide disfrutar). Nuevamente, SONA puede ser de gran ayuda para llegar a encadenar un orgasmo tras otro, ya que, como dijimos arriba, no toca directamente el clítoris, con lo cual, evita aquellas molestias que nos obligan, justo después del orgasmo, a parar en seco. Pero hay más…
Sus ondas son tan potentes que llegan a estimular TODA NUESTRA PLATAFORMA ORGÁSMICA (clítoris, labios vaginales, entrada de la vagina, etc.), es decir, para que todo el mundo lo entienda, la vulva sin entrar en contacto directo con ella.
Conclusión
Tener a SONA entre las manos es tener una pequeña joya que va más allá del aspecto lúdico que suelen ofrecer los demás vibradores tradicionales. En mi opinión de sexóloga, pero también como usuaria de juguetes eróticos, puedo decir que es una gran noticia para todas nosotras.
Y recuerden: al deseo, hay que darle de comer. Cuanto más le alimentemos, más fácilmente aparecerá, porque nuestro deseo suele ser sutil y frágil, pero también tremendamente agradecido. En otros términos, cuanto más usemos SONA, más ganas tendremos de usarlo y, en consecuencia, más placenteras serán nuestras interacciones sexuales, a solas o acompañadas.
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