Posturas sexuales

Mi Kamasutra para lesbianas: 5 posturas lésbicas imperativas

Una de mis poetisas favoritas, Sylvia Plath, dijo una vez: «El peor enemigo de la creatividad es tener dudas sobre uno mismo». Tiene toda la razón del mundo, sobre todo en el sexo y en lo que a inventar posturas se refiere. Porque si hay algo que necesitas para eso es la creatividad, sin duda alguna. Así pues, he hecho los deberes: he dejado a un lado las dudas y el miedo a hacer el ridículo, y me he cargado de originalidad y ganas de divertirme. De ahí, han nacido estas cinco posturas que puedes poner en práctica con tu chica, algunas, con la ayuda de un arnés. No dejes de leer, porque con estas posiciones os vais a volver locas…

Posturas lésbicas: El Kamasutra más sexi con y sin arnés

Postura lésbica 1 | Ven aquí

Posturas lésbicas

Esta es, de las cinco, la postura más íntima. ¿Por qué? Porque tiene una dosis alta de miradas intensas.

La idea es que quien lleva la batuta ―o el arnés, si vamos al caso― se siente y deje que su compañera haga lo mismo y, a horcajadas, vaya embistiendo desde esa posición. La penetración es menos profunda que en otras posturas y puede que requiera un poco más de esfuerzo, porque desde abajo los movimientos están ligeramente limitados. Pero ¿es que no merece la pena estar así de cerca de tu amante?

Mi consejo es que la chica penetrada apoye la espalda contra una pared, para estar más cómodas y estables. Si ves que lo del arnés es demasiado complicado y no te convence, puedes probar con un juguete pequeño que se adapte al hueco de vuestros cuerpos, como, por ejemplo, LILY 2.

Postura lésbica 2 | Móntame

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Vale, se acabó el contorsionismo, lo he pillado. Esta postura es mucho más sencilla, lo prometo. En el porno se llama reverse cowgirl y es una variante muy interesante de la típica cowgirl o vaquera. ¿En qué consiste? La encargada de llevar el arnés pierde el control un rato y se tumba boca arriba, dejando que su compañera se encargue de la penetración y de llevar el ritmo.

Te recomiendo que te hagas con un arnés abierto ―de esos que dejan al descubierto la vulva―, porque así tu amazona podrá estimularte desde arriba. Tú, en cambio, puedes hacer dos cosas: o bien sujetas sus caderas y acompañas sus embestidas o juegas con sus pechos.

Postura lésbica 3 | No me mires

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Si dominas la amazona a la perfección, te reto a que pruebes esta tercera postura. El nivel de dificultad va subiendo gradualmente… En este caso, tenéis que hacer la cucharita, solo que con un dildo bien lubricado de por medio. El hecho de no poder miraros a los ojos puede resultar muy excitante ya que no podrás prever las acciones de tu compañera. Si tú llevas el arnés, estás en una posición ideal para añadir un poco de spanking al juego y/o estimular sus senos. Si, en cambio, estás disfrutando de las embestidas, déjate llevar…

Postura lésbica 4 | Tócame

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¿Buscas una penetración muy profunda? Esta es la posición perfecta. Si llevas el arnés, pídele a tu chica que se tumbe boca arriba en la cama y ocúpate tú. Primero, separa sus piernas e introduce el dildo en su interior con cuidado. Luego, muévete un poco para que se acostumbre al tamaño del juguete. Por último, toma sus piernas y colócalas sobre tus hombros.

Desde tu postura puedes estimular los pechos de tu pareja, como en la imagen, así como acariciar su torso y prácticamente todo su cuerpo, por eso he decidido llamarla así. No te olvides del contacto visual, que es un elemento clave en el sexo.

Postura lésbica 5 | Hazlo ya

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Esta última postura es, para mí, la mejor, y puede que la más salvaje. Deriva de la clásica del perrito o a cuatro patas, que ya de por sí me vuelve loca. Pero tiene un problema: puedes perder estabilidad por las embestidas o, simplemente, cansarte de sostener tu propio peso. Con hazlo ya estarás más cómoda, porque estás prácticamente tumbada boca abajo. Puedes poner un cojín bajo tus caderas para que tu amante pueda tener mejor acceso. La penetración es bastante profunda y, si te animas, también es ideal para sexo anal.

Si necesitas contacto en el clítoris, tu pareja puede colar la mano entre tu cuerpo y el cojín y estimularte. Desde esa posición también puede besarte la espalda, un gesto muy excitante, o dejar mordiscos sobre tu piel en sentido ascendente…

Recuerda que es importante que te hagas con un buen arnés, estable y resistente. Además, siempre es más agradable que utilices un lubricante para que la penetración sea más fluida y así incrementar el placer.

Disfruta de estas cinco posturas y cuéntame… ¿qué imperativo te ha gustado más?