Siempre he sido muy curiosa. Muy curiosa. A veces me encuentro en determinadas situaciones y pienso: “y si…”. Sin ir más lejos, de ahí es de donde salen muchos de mis relatos que podéis leer aquí mismo, en Volonté. Pero además de ofrecerme premisas sobre las cuales escribir, esos “y si…” me generan un montón de preguntas que, en muchas ocasiones, no sé responder.
Hablar sobre sexo lésbico es difícil, porque falta información y echamos de menos muchos referentes. También me ha pasado al intentar consultarlo con el ginecólogo y que desconociera totalmente el asunto. Así que, cuando se me presentó la oportunidad de charlar con una ginecóloga que sabe mucho del tema (escribe unos artículos muy interesantes para la web Sisters Wisdom) se me ocurrieron un montón de preguntas. Rocío me contestó amablemente a todas y a mí me encantaría compartir contigo todo lo que no sabía sobre el sexo lésbico. ¿Vamos allá?
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Depilarse o no depilarse, esa es la cuestión
Parece que no, pero hay mucho drama con este tema. Antes de nada, me gustaría aclarar que depilarse es tan lícito como no depilarse. Cada una elige lo que prefiere, aquí no juzgamos a nadie. No obstante, da la sensación de que si una va depilada es todo más cómodo y más limpio… o a esa conclusión he llegado tras hacer una encuesta en Instagram hace unos días, donde el 60% de las mujeres que respondieron prefieren el pubis depilado.
Pero cada vez hay menos ganas de depilarse porque la cera tira, la cuchilla pica, el láser duele… Luego están esos artículos que aseguran que si tenemos vello púbico por algo será. Y no hace falta más para dejar de lado este hábito que nos impone una sociedad tirana. Y todo tendría mucho sentido si no fuera porque eso de que el vello púbico nos protege es un mito. Según Rocío, “desde el punto de vista ginecológico no hay recomendaciones al respecto, es decir que no se ha visto que prevenga infecciones el llevar el pubis sin depilar ni al contrario. Se deja a gusto del consumidor”.
Qué bien suena, ¿eh? Si te depilas o no que sea porque quieres.
¿Qué hacemos con las uñas, Mari?
En los últimos años (¡y meses!) se han puesto muy de moda las manicuras extravagantes y las uñas de gel. En algunos casos se liman redondeadas, cuadradas e incluso puntiagudas. Se colocan los adornos más curiosos y del largo de la uña… del largo ni hablemos.
Esta es una de las preguntas que lleva rondándome la cabeza mucho tiempo, porque yo soy muy presumida y llevo las uñas muy cuidadas. Las limo cada semana y las llevo siempre pintadas. Con lo cual, una de mis preguntas era: ¿qué pasa con las uñas durante la penetración? ¿Puede el pintauñas suponer un problema para la pareja? ¿Y qué pasa si las llevo demasiado largas?
Pues Rocío nos cuenta que “las uñas son un reservorio de gérmenes, por lo que se recomiendan cortas y limpias. En cuanto al esmalte, no hay evidencia de que tenga mayor capacidad de albergar gérmenes, al contrario que las uñas postizas, por lo que no pasa nada por llevarlas pintadas. Además, la cantidad de esmalte que se puede desprender es tan pequeña que no representa un riesgo para la salud”.
Vamos, que no pasa nada por llevar las pintadas, pero sí deben estar cortitas. En el peor de los casos te dejas solo las funcionales más cortas… Y si las uñas forman parte de tu estilo, te recuerdo que se pueden hacer muchas cosas además de meter los dedos en determinados orificios. Solo necesitas echarle imaginación y creatividad.
Regla y sexo, sexo y regla
Que la regla es aparatosa es un hecho. Yo hablo mucho de ella, como ya habrás podido comprobar si me sigues en las redes sociales. El caso es que hay que entenderse con ella porque nos visitará durante muchos meses, con lo cual lo mejor es empezar cuanto antes. Asimismo, puede suponer un problema durante las relaciones sexuales.
Déjame decir que si tu pareja también ovula, la probabilidad de que una de las dos tenga la regla cuando os metáis en faena es bastante alta. ¿Y qué hacemos? ¿Nada de sexo? Qué pérdida de oportunidades sería hacer eso. Los orgasmos que no habéis tenido están haciendo guardia en vuestro interior. En una encuesta que hice en Twitter a mis seguidores, el 31% evita el sexo durante la regla. Una lástima, porque según Clue hay estudios que demuestran que muchas mujeres se sienten más excitadas durante esos días.
Sin embargo, lo más interesante sobre este tema es que tener sexo durante la regla es “muy recomendable siempre que te apetezca. El sexo genera endorfinas y reduce el dolor menstrual, por lo que puede ser un buen tratamiento natural para la dismenorrea”, nos cuenta Rocío. En un artículo anterior te hablé sobre cómo los orgasmos me ayudan a dormir, pues tengo comprobado que también contribuyen a calmar el dolor de los primeros días de regla.
Una de las alternativas más conocidas, sobre todo si os da un poco de reparo, es mover toda la acción a la ducha. De esta forma no se manchará nada. Yo normalmente utilizo la copa menstrual, así que, cero problemas con eso.
Sin duda, es muy útil descubrir estos aspectos del sexo lésbico porque nos ayuda a conocernos mejor y a ser conscientes de cómo nos relacionamos con otros cuerpos. Recuerda: pubis depilado o sin depilar, uñas cortas y limpias y sexo durante la regla siempre que quieras.
Te adelanto que habrá una segunda parte de este artículo para hablar con detenimiento sobre juguetes compartidos, enfermedades de transmisión sexual y salud sexual. Hasta entonces, ¿hay algo que te gustaría preguntarle a Rocío?
En los artículos posteriores, puedes leer sobre:
- ETS y la cita del ginecólogo en Lo que nunca te han contado sobre el sexo lésbico II
- Squirting, lubricación y geles íntimos en Lo que nunca te han contado sobre el sexo lésbico III