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El sexo anal es al sexo lo que las lenguas muertas a la cultura. A mayor conocimiento del primero, mayor aprovechamiento del segundo. Aún más, en el terreno sexual, la exploración de los clásicos eróticos tiene que ser más exhaustiva. Por ser más clara, si quieres saber latín tendrás que dominar el griego. Al principio, encontrarás las clásicas presunciones y mitos sobre el sexo heleno: no es agradable para ellas, los hombres actúan como si estuvieran rodando películas porno, todos lo hacen excepto tú, no existe eso del orgasmo anal, etc.
Aunque tener sexo anal se pueda convertir en una Odisea, hay que dejar claro que, al fin y al cabo, es una forma más de… follar. Y es que la facticidad de esos mitos pone de relieve que la gente no habla lo suficiente sobre el placer anal. ¿Hablamos?
Sexo anal
Como parte de una relación de pareja o incluso como encuentro esporádico y picante, el sexo anal tiene mucho que ofrecer. Sin mencionar que la naturaleza tabú del griego es, al tiempo, parte de su atractivo.
Solo hay dos barreras que superar. De un lado, se trata de saber cómo hacerlo en tu primera vez. Y, de otro, consiste en conseguir que el sexo anal sea lo más agradable y divertido posible.
Introducción al griego: el receptor (Δέκτης) de sexo anal
Cuando decides que quieres recibir sexo anal, has de controlarlo de principio a fin. Para empezar, eso significa que necesitas dejar patente que lo deseas, ya que tu pareja podría ser demasiado insegura a la hora de hacerlo sin consentimiento explícito. Pero ¿cómo decirlo?:
- Probablemente, la manera más sencilla de decirle que no quieres una recepción convencional es… en fin, decirle que quieres… ¿jugar por la puerta de atrás? (Nota: muchos hombres no son muy buenos en esto de pillar indirectas o leer las sutilezas del lenguaje corporal así que, si tu pareja es varón, dile directa y explícitamente que quieres eso: sexo anal).
- Los mejores resultados pueden venir si expresas –manifiestamente– que quieres una penetración anal mientras estáis teniendo sexo. Probablemente, tu pareja verá abiertas las puertas del cielo en el mejor de los momentos.
- Otra forma consiste en mandarle un mensaje picante en el que le hagas saber tus intenciones por adelantado. Sin embargo, esto tiene dos inconvenientes: uno es que, llegado el momento, ya no te apetezca hacerlo; otro es que tu pareja piense que eso es todo lo que quieres, y desatienda el resto de tus expectativas sexuales.
- Una aproximación más sexy de decirle que quieres sexo anal es… ¡no decírselo! Tu pareja se volverá loca si dejas que te observe jugando con un pequeño vibrador o un plug anal. De seguro conseguirás lo que deseas… donde lo deseas.
Introducción al griego: el dador (Δωρητής) de sexo anal
[…] Sí, se sentirá dolor aunque solo sea un momento. Pero ¿podrás conseguir que sea agradable? La respuesta también es «sí», aunque necesitas abordarlo con sensibilidad:
- Si no lo ha iniciado, no ha dejado claro que quiere tenerlo o si no se tiene la seguridad de que te haya dado luz verde, necesitas confirmar antes de intentarlo. De modo contrario, puede que pase mucho tiempo hasta que puedas restablecer la confianza.
- Como en el caso del receptor, existen muchas opciones disponibles para iniciarse en el sexo anal: decírselo directamente mientras tenéis sexo o durante los preliminares, de antemano vía whatsapp, mostrarle lo que quieres poniendo un poco más de atención a su trasero durante el calentamiento, etc.
- Además, si eres el dador, dispones de otra manera ligeramente más atrevida para aprender las declinaciones en griego: encuentra una posición agradable –te sugerimos un tipo de postura cucharilla, de costado y con su espalda sobre tu pecho. De esta forma, puedes abrazar a tu pareja y hacerle notar que hay algo vibrando allá atrás. Rápidamente, sabrás si todo va bien, sin necesidad de fastidiar el momento.
- Pero, recuerda que no hay atajos. No se puede perder de vista que no hay nada mejor que una buena y sincera conversación de alcoba… y que, decirse cochinadas, siempre cuenta como el mejor tipo de conversación que se puede tener en estos casos.
Haz que el sexo anal sea más placentero
Es verdad que existen ocasiones en las que, sin proponérselo manifiestamente, una pareja puede tener el sexo anal más alucinante jamás soñado. Y es que hay veces en las que dos personas se toman una cerveza, vuelven al apartamento y… ¡bam! Su performance se convierte en una oda a los dioses de la Grecia antigua, que podría ser envidiada por el mismísimo Zeus (AKA Nacho Vidal). Aunque, en verdad, lo normal es que para aproximarse a un desenlace parecido, se requiera cierta dosis de preparación.
Recordad que el receptor ha de tener bajo control todo lo relativo al sexo anal: fundamentalmente, velocidad y profundidad. Por su parte, el dador tendrá que escuchar, para evitar que se convierta en algo desagradable y doloroso; reconstruir la confianza después de una primera vez desastrosa es, en el mejor de los casos, un proceso lento y pleno de frustraciones.
Para que nada malo suceda, te ofrecemos tres trucos con los que el sexo anal seguro se convertirá en algo muy deseable:
Consejo #1: Hidratante
Probablemente, ya te han contado que un lubricante íntimo de alta calidad es esencial para tener sexo anal. De hecho, cuanto más, mejor. Aplica tanto hidratante como para atrapar a un manatí en una pecera, y después pon un poco más. Cuanto más se lubrifique, más agradable será para ambos. Es tan sencillo como eso, pero puedes añadirle un poco de estilo para que no parezca que está pasando la consulta del médico… ¿No sabes a qué me refiero? Enciende unas velitas, pon música, dale un masaje y, después, ¡usa lubricante!
Consejo #2: Condones
Los condones son geniales para el sexo anal, y no solo porque proveen seguridad ante las infecciones. Los preservativos son también mejores para el anal porque se deslizan más fácilmente, y como consecuencia son más agradables para el receptor. Y, en su caso, ayudan a los hombres a prevenir que se llegue al orgasmo… demasiaaado proooonto.
¿Crees que usar un preservativo apagará el calor del momento? No estamos de acuerdo. Echa un vistazo a este artículo: Las 5 formas más sexis de poner un condón a tu pareja.
Consejo #3: Juguetes para tener sexo anal
Algunos juguetes como los tapones anales o los masajeadores de próstata pueden facilitar la transición hacia el sexo anal: utilizando vibradores progresivamente más grandes durante los preliminares, encontrarás mucho más fácil saber cuándo tu pareja debe entrar en juego. En ese momento, intenta estimular su clítoris o su pene (los masajeadores de clítoris y las masturbation cups son muy cómodas en este apartado), al tiempo que estás teniendo sexo: duplicarás la intensidad de las sensaciones y construirás el escenario ideal para tener un orgasmo total.