Kamasutra ilustrado

Postura sexual: La Llanera Solitaria (Hi-yo, Silver!) – Kamasutra semanal

Que lleves un antifaz y grites “¡Arre, Plata, adelante!” depende del ti. Pero hoy vas a salir al galope en una variante de La Vaquera de lo más intrépida: La Llanera Solitaria ¿Tomas las riendas?

Postura sexual: La Llanera Solitaria – Kamasutra semanal

Llanera Solitaria: postura en la cama | Kamasutra ilustrado

En el caso de que tu pareja sea un hombre, el papel pasivo y el ángulo de penetración que ofrece La Llanera Solitaria suelen contener la eyaculación. Por ser más clara, esta postura es ideal para alargar el coito.

Por ello, tanto si eliges sexo anal como si no, es más que recomendable usar lubricante. Dicho esto, veamos los pros, los contras y los mejores utensilios para esta aventura.

Pros: sobre colchón, es una postura muy cómoda en la que la penetración estimulará tu Punto G constantemente. Además, puedes alternar dos ritmos: uno más lento, si diriges tu pecho hacia adelante y dejas caer suavemente tus caderas hacia atrás. Y otro más alegre, botando arriba-abajo-arriba-abajo-arriba-abajo-arriba-abajo… Lo mejor no es solo que tú decides todo, sino que tus manos quedan libres al servicio de la imaginación. Y, como yo tengo mucha, te voy a proponer una idea más abajo. Arriba no, más abajo…

Contras: los movimientos no son tan intuitivos como parecen. Esto se debe a que tus manos no tienen un sitio estándar donde fijarse. Si no encuentras la coordinación prueba a volcar tu pecho y agarrarte a sus piernas. Conforme halles el ritmo que deseas ve incorporándote hasta alcanzar la postura. Así, será más fácil.

Enseres de aventura: seguro que ya sabes por dónde voy a salir. No te equivocas. Y es que si la Llanera Solitaria está cabalgando ¡tendrá que llevar una fusta! Bueno, veámoslo por niveles BDSM:

  1. Al paso: si quieres ir con el ritmo suave que comenté, pero añadiendo un poco de picante, puedes atarle los tobillos con unas esposas y agarrarte a ellas.
  2. Al trote: si tienes confianza y te van los juegos sexuales, puedes introducir una fusta o látigo en la alcoba. Pero ¡¿cómo azotar sus nalgas en esta postura?! Fácil: sin salirte, flexiona una pierna y planta el pie. ¿Lo visualizas? Ya tienes un poco de glúteo para flagelar… Un par de latigazos, quizá acompañados por una breve arenga en modo guarrerías, y sigues con tu trote.
  3. Al galope: ni que decir tiene que un espejo frente a ti haría aún más deliciosa esta postura. Pero si lo que estás buscando son intensidades híper fuertes, entonces puedes acompañar ese látigo con un potente anillo vibrador para el pene, colocado al revés, para que las vibraciones estimulen tu vulva (¡incluso cuando no estés moviéndote!).

NOTA: si contemplaste la posibilidad de tener sexo anal en esta posición, no es mala idea llevar puestas una o dos bolas vaginales simultáneamente.

¿Sabes cómo abrían los episodios de El Llanero Solitario? Todos empezaban con: “Un fogoso caballo con la velocidad de la luz, una nube de polvo, y un caluroso Hi-yo, Silver!”

Pues eso…

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