Sexo

La técnica Pompoir (Beso de Singapur) o cómo tocar la flauta como una diosa

El porno mainstream ha reducido el sexo a la penetración, concretamente a una en la que priman las posturas acrobáticas en las que el hombre penetra con movimientos amplios, rudos y acelerados a la mujer en un esprint para correr-se (nunca mejor dicho) rápido. Quizá por ello, los besos, las caricias y el disfrute lento del coito son considerados, hoy en día, prácticas insulsas, un tibio sucedáneo. Nada más lejos de la realidad. Prácticas milenarias hindúes, tibetanas, chinas o japonesas, basadas en la casi total inmovilidad, proporcionan un goce que estimula de tal modo los sentidos que la experiencia sexual roza lo místico.

Una de ellas es el Pompoir (también conocida como Beso de Singapur), cuyo origen atribuyen algunas fuentes al tantrismo y otras a las enseñanzas que recibían las devadasis o prostitutas sagradas servidoras de la diosa hindú Yallamma. Sea como sea, algo está claro: esta técnica produce una comunión erótica muy profunda entre los amantes, un placer que va in crescendo y unos orgasmos largos e intensos.

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¿Qué es el Pompoir o Beso de Singapur?

Esta técnica, que también recibe otros nombres como tocar la flauta o the Singapore grip, consiste en efectuar movimientos con las paredes vaginales durante la penetración, que desencadenan en el pene sensaciones parecidas a una felación. El resultado es un orgasmo más intenso en el hombre y en la mujer, según Denise Costa, autora de la página Pompoir Book,  una combinación de orgasmo clitoridiano, vaginal y del Punto U.

Para poder mover las paredes vaginales, debes tener un músculo pubocoxígeo sano. Este forma parte del suelo pélvico de la mujer, que podría definirse como una estructura muscular y de tejido conjuntivo cuya función es sostener la vejiga, la uretra, el útero, la vagina y el recto.  

Un suelo pélvico fuerte es vital para evitar la incontinencia urinaria y el prolapso uterino, así como para mantener relaciones sexuales totalmente satisfactorias.  El mejor modo de ejercitarlo es practicando ejercicios Kegel y/o utilizar las Bolas Ben Wa o bolas chinas. Cuando te introduzcas un dedo y seas capaz de apretarlo con las paredes vaginales, será el momento en el que puedas empezar a practicar esta técnica con tu amante.

Claves de la técnica Pompoir

Según Denise Costa, hay seis movimientos principales: succionar el pene introduciéndolo en la vagina; empujar el pene hasta el exterior de la misma; apresarlo con los músculos vaginales, masajearlo con estos describiendo movimientos circulares; «ordeñar» combinando los movimientos de succión, empuje y presa; y, finalmente, el «vórtice», alternar todos los movimientos hasta el clímax.

El placer de esta técnica consiste en masturbar su pene con tus músculos vaginales y disfrutar del placer de sentirlo dentro de ti en completa inmovilidad. Hablando en plata: no va de follar metiéndola y sacándola de un modo rítmico, por lo que debes ser tú la que domine el acto sexual adoptando posturas como La Vaquera, ideal para iniciarse y, por supuesto, la postura Yab Yum.

Tres advertencias

Los ejercicios Kegel fortalecen el suelo pélvico, sí, pero hay que realizarlos del modo correcto; si no, pueden provocar una fuerte tensión en los músculos vaginales que causará dolor durante las relaciones sexuales, debilitación de los mismos o provocar o agravar problemas de incontinencia urinaria y/o prolapso uterino. Consulta con un profesional para que te indique cómo hacerlos.

Lo mismo ocurre con las bolas chinas, debes escoger unas que sean adecuadas para el tamaño de tu vagina, ni muy grandes que la lastimen, ni muy pequeñas que se caigan; a lo que se suma otros factores como que hayas tenido partos vaginales, cesáreas o problemas de incontinencia. Consulta a un profesional también en este caso.

No es recomendable utilizar esta técnica con preservativo, ya que puedes absorberlo con las paredes vaginales. Por lo que, ya sabes, nada de intentarlo con una pareja que no sea estable; las ITS acechan, el placer no merece poner en riesgo tu salud.