Poliamor es amar a muchas, si nos ceñimos a la definición del prefijo poli-. Y es, quizás, esa instintiva visión de una multitud (de cuerpos desnudos entrelazados), lo que confunde, y nos obliga a predicar en cada discurso: poliamor no es polisexo.
Coincidimos en que el término no es adecuado, y buscamos otros que nos definan, que nos expliquen, que nos den un sentido de pertenencia. El extenso catálogo que ofrece la RAE (quién aún no ha incluido la palabra poliamor, pero lo hará) no nos vale. Así que, de momento somos poliamorosas, y amamos mucho, más que a muchas. Sigue leyendo…
Amor sin etiquetas…
Pero a la vez, huimos de las etiquetas. ¿Por qué? Porque poliamar es lo que siente cada una de las personas que estamos deconstruyendo nuestra educación, nuestros roles de género, nuestras estructuras. Queremos ser libres de sentir, y etiquetarnos es ponernos límite.
Aún así, abanderamos la palabra, la ondeamos al viento para que se nos escuche y se nos encuentre. En Madrid, Barcelona, Valencia, Málaga, Galicia, Asturias, y cada día en más ciudades surgen núcleos de poliamorosas orgullosas (supongo que entendéis por qué no nos gusta el término; ¿¡osas amorosas!?). Coincidimos en lo básico: poliamor significa respeto, honestidad, libertad, cuidados. Y los matices los pone cada una, desde dentro.
Poliamor es respeto…
Respeto a ti misma, porque no hay una única persona que te complete, ni muchas. No somos medias naranjas, ni princesas. Somos seres complejos que luchamos por conocernos, querernos, y hacernos querer, con nuestras cositas.
Respeto, a tus amores. Sin imposiciones ni demandas. Ellas también tienen sus cositas, y en este punto, la comunicación es vital. Queremos aprender una comunicación asertiva, pero también empática; ser capaz de decir un honesto y cuidadoso no.
Poliamor es honestidad…
Honestidad, de nuevo contigo misma, y con las demás. Ser honesta es difícil, pasas muchos años preguntándote qué quieres y a quién eres, y muchos más intentando explicarlo.
Poliamor es libertad…
Libertad de decidir tu camino. No el que nos han enseñado que era el bueno, ese que alguien escribió en algún sitio:
Noviazgo – matrimonio – hijos – … – separación – … – soledad elegida
¿Es esa soledad de libre elección o fruto de la decepción de la compañía que estaba predestinada a comer perdices contigo?
Poliamor es cuidados, comunicación…
Cuidados. Ante la falta de estructuras era necesario encontrar cómo se engranaban los poliamores. ¿Cómo nos cuidamos? Volvemos a la comunicación. ¿Qué necesitas para sentirte cuidada? Es vital saberlo para poder expresarlo, a veces es un solo mensaje de buenos días, otras es pasar la tarde juntas o planear un viaje o, de nuevo, un mensaje de buenas noches. Y, ¿cómo puede cuidar una persona a dos o tres o más?
Las dificultades del poliamor
Sí, el poliamor está lejos de ser fácil o LA SOLUCIÓN, ni tampoco es para todas.
Y sí, el tiempo, nuestro mayor desafío. Junto con este otro: la igualdad. Este artículo está escrito en femenino, no porque en nuestro colectivo seamos solo mujeres, sino porque si hubiese utilizado la letra «e» (para neutralizar el género) en cada ocasión, os habríais atascado en la lectura. Somos personas en femenino, porque desde el poliamor luchamos por la igualdad de género, idealmente, por la disolución del mismo.
¿Cómo es una relación poliamorosa?
Una relación poliamorosa existe desde el momento en el que quieres a más de una persona, y las formas de hacerlo son tan diferentes como los integrantes de las mismas. Existen convivencias en grupo, triejas, polifidelidad, anarquía relacional, vínculos no sexuales, o multitud de personas que no se etiquetan o que cambian de una a otra según el momento. En lo que todas coincidimos es que no consideramos la monogamia nuestro estado natural porque muchas hemos estado ya allí, y no funcionaba, o directamente, nunca estuvimos.
Poliamor no es polisexo…
¿Y el sexo? La gran mayoría lo adoramos, pero no es lo que define el poliamor. Lo acompaña, como en muchas relaciones amorosas, pero no lo define. Porque existe el poliamor sin sexo. Y no, no se trata de amistad, sino de personas que comparten tu camino, la búsqueda de no etiquetas, la libertad de tocarte sin compartir genitalidad, con las que proyectas tu vida y a las que dices «te amo» a menudo.
El poliamor contiene multidudes…
¿Qué ha significado el poliamor para mí? El poliamor me ha hecho mejor persona. Y ha ampliado una capacidad de amar que creo estuvo ahí siempre, desde niña y que alguien, en algún momento de mi vida, delimitó, dejándome que me equivocara una y otra, y otra, y otra vez en la búsqueda de mi media naranja.
Hoy, citando a Pere Sanz i Vila en su libro Los novios de Gael, «siento que he formado una piña».