«Un cineasta es un vulgar mirón»
Conversación entre Matthew y Théo – The Dreamers
Mayo de 2018: han pasado ya cincuenta años desde las revueltas estudiantiles y obreras en París. Una fecha clave para revisitar la magnífica película que Bernardo Bertolucci realizó en 2003, The Dreamers (Soñadores, en español). Ya la había visto en su momento pero quise volver a visionarla para comprobar si había aguantado el paso del tiempo. Debo decir que no solo pasó la prueba, sino que descubrí más elementos interesantes en los que, en su momento, no había caído.
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The Dreamers
Sinopsis
París, mayo de 1968. Matthew (el actor Michael Pitt), un joven estadounidense que vive en la Ciudad de Las Luces para mejorar su francés, conoce a unos hermanos, Isabelle (la actriz Eva Green) y Théo (Louis Garrel). Los tres son muy cinéfilos y entablan amistad cuando se produce una manifestación en la cinemateca de París. Isabelle le invita un día a cenar y sus padres le proponen a Matthew quedarse en el piso ya que se van una temporada. Los dos hermanos, unos pequeños burgueses que son gemelos, casi siameses, entablan una curiosa relación erótica-amorosa con Matthew, que se está enamorando de Isabelle. Sin embargo, ella tiene una dependencia emocional muy fuerte hacia su hermano Théo, para gran sorpresa de Matthew. Hasta se deja entender que los hermanos tienen algo entre ellos, que casi franquea el umbral del incesto.
Viven en el piso de los padres, del cual no suelen salir mucho, para que la realidad no les salpique, pasando de las revueltas callejeras, y establecen una curiosa manera de conocer mejor a Matthew, a través de una serie de juegos, referencias y extractos de películas –sobre todo del Hollywood clásico y la Nouvelle Vague– que exploran las emociones y el erotismo.
Tráiler
The Dreamers: Un Decamerón actual
Después de volver a ver la película por segunda vez, estos días, me recordó poderosamente a Boccacio y su Decamerón.
Bocaccio era escritor, humanista y uno de los padres de la literatura italiana. Quizá sea una coincidencia, pero muchos elementos conceptuales aparecen en ambas obras. Para los que no conocen El Decamerón (que Pier Paolo Pasolini llevó a la gran pantalla en 1971), se trata de un libro de cien cuentos, algunos de ellos novelas cortas, escritos por Boccacio en el siglo XIV, que van de lo erótico a lo trágico. El argumento es el siguiente: un grupo de diez jóvenes de la alta sociedad florentina (siete mujeres y tres hombres) se refugian en una villa en las afueras de Florencia, mientras acecha la peste bubónica en la ciudad. Los temas son casi siempre eróticos, a tono con la mentalidad burguesa que empezaba a cuajarse en Florencia.
Salvando las distancias, es un huis clos, al igual que en The Dreamers, película en la que si bien siempre están de fondo las manifestaciones de mayo del 68 y donde los tres personajes van a la suya intentando mostrarse un poco ajenos a todo lo que sucede en el exterior. En las calles está lo real (concepto del psicoanalista francés Jacques Lacan), el caos, mientras que en el piso, Isabelle, Théo y Matthew se sienten protegidos y viven en su particular mundo.
A Bertolucci siempre le han gustado los huis clos. Ya hizo en 1996 una película titulada Belleza Robada (Io ballo sola, en italiano), donde unos familiares se reúnen fuera del caos de la ciudad, en una villa en la Toscana (recuerda curiosamente, una vez más, a El Decamerón…), con Liv Tyler, Joseph Fiennes, Jeremy Irons, Sinéad Cusack y D. W. Moffett, en los papeles principales. Si bien el argumento de Belleza Robada no es el mismo que The Dreamers, no puedo evitar encontrar similitudes.
Las escenas eróticas en The Dreamers
Me acordaba de algunas escenas particularmente eróticas, pero de lo que me había olvidado era el carisma que desprende Eva Green en la película. Debo confesar que me encanta esta actriz, cuya madre francesa, la actriz Marlène Jobert, fue un icono sexual en su país. Sin duda, Eva Green aprendió mucho de ella.
Lo que llama la atención es cómo los actores exponen su desnudez; con una naturalidad que se agradece y que permite a los espectadores congeniar al cien por cien con los protagonistas y darles una autenticidad que pocas veces se ha visto en el cine. Eva Green (Isabelle) es sublime (sí, ya lo he dicho), pero no se quedan atrás ni Michael Pitt (Matthew) ni Louis Garrel (el hermano de Isabelle, Théo).
Hay algunas escenas que destacaría y que siempre están en la frontera entre lo escandaloso y el tabú (solamente por ellas, tenéis que ver la película):
- La escena en la que Théo se masturba e Isabelle, su hermana, le acaricia el culo con un plumero.
- Cuando Matthew le hace el amor a Isabelle, a petición de Théo, y luego, Théo se acerca y toca la vulva de su hermana. Matthew hace lo mismo a continuación y comprueba que era virgen… porque su mano se llena de sangre. La escena es bellísima porque Matthew toca el rostro de Isabelle, se besan profundamente y acaban con sangre en la cara.
- La escena en la que los tres están en la bañera y en la que el director, implícitamente, deja entender que hay cierta atracción homosexual entre Théo y Matthew (no revelaré nada más).
- El maravilloso encuadre de Eva Green en el umbral de la puerta de su habitación, emulando a la Venus de Milo.
- La escena de los tres durmiendo juntos, desnudos, en una tienda de campaña que montó Isabelle en el salón.
¿Se puede escapar del caos?
Por muy protegidos que estén los protagonistas en el piso de los padres, llega un momento en el que Lo Real tiene que emerger. Da igual que se confinen en la burguesa casa de sus progenitores y que no les falte de nada; tarde o temprano, se tendrán que enfrentar al caos que ha invadido las calles de París. Aquí sale la tragedia, como en Melancholia de Lars Von Trier… El planeta Melancholia se acerca cada vez más a la tierra. Y no se puede hacer nada para impedirlo. Nada puede contra el caos, ni siquiera el amor…
Isabelle: –Cuando se desea tanto, el amor no existe, solo pruebas de amor. ¿Estás dispuesto a darnos pruebas de tu amor?
Matthew: –¿Quieres una prueba?
Isabelle: –Ummmm… ¡Sal de la bañera!
Conversación entre Isabelle y Matthew – The Dreamers