Juguetes eróticos

LELO Smart Bead o los orgasmos color de rosa – Reseña por Karen Moan

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Karen Moan ha probado LELO Smart Bead y nos ha regalado este breve relato como reseña: su original opinión sobre el alucinante vibrador de ejercicios de Kegel.

LELO Smart Bead o los orgasmos color de rosa

Me encapriché con él en cuanto conocí su existencia. Para mi inconstante vida, tenerlo supondría un antes y un después en los placeres a los que me gusta entregarme. Discreto y tremendamente funcional, descubrirlo fue un regalo, de color rosa.

Me encantan los juguetes eróticos rosas. Últimamente este color se ha convertido en un fetiche para mí.

El color rosa chicle evoca muchos recuerdos relacionados con mi correcta educación, binaria, dividida, femenina a tope. Nunca fui una niña de rosa, es por eso, quizá, que me encanta ser una mujer de rosa. Así que su color también acompañaba esa sensación de cercanía que se completó con el tacto, suave, como la piel, pero en máquina.

LELO Smart Bead se convirtió en mi aliado

LELO Smart Bead
Haz clic en la imagen para ir a la página oficial del producto en la web de LELO.

Debería haber un momento en la vida de cada mujer en el que la consciencia de sí misma prevalece sobre el resto. Ese día en el que decides que ¡basta ya! de opresión, de auto limitaciones, de millones de complejos, de cuidar de todos menos de una misma, de continuar siendo las actrices de un guion que no nos gusta ni hemos escrito. Debería haberlo.

En mi caso lo hubo, y entre muchas decisiones vitales, hubo una que he mantenido en el tiempo (esta fue la primera vez que LELO me ayudó a ser constante), y fue la de acompañar todas mis relaciones sexuales con un juguete, asegurándome siempre un nuevo control de la situación; el de mi placer. A pesar de que mis nuevos compañeros de aventuras pudieran sentir la amenaza de ese aparato de color rosa, conseguí hacerles entender que no eran rivales, sino también, aliados. Hay un día en el que decides el control de tu sexualidad, decides naturalizarla, vivirla desde ti misma, descubriendo qué te gusta, cuáles son tus límites, hasta donde llegan tus ganas de experimentar. Ese día, empiezas a ser otro tipo de mujer, esa que asusta y gusta, aunque por desgracia, no de manera proporcional.

LELO Smart Bead fue uno de esos momentos en los que quise mimarme, mucho. Desde el momento en que abrí su elegante envoltorio, tocarlo por primera vez, sentir su suavidad, deslizarlo despacio dentro de mí, tumbarme, disfrutar…  Ya en la primera ocasión, este fabuloso invento conoció mi cuerpo, midió mi musculatura pélvica, decidió y trabajó por mí. Yo solo tenía que acompañarlo con sencillas contracciones. Unos cuantos minutos dedicados a mí misma, y a mejorar mi sexualidad.

Es maravilloso que la tecnología juegue a nuestro favor

Pronto sentí su efecto, los cambios en mi cuerpo, nuevos movimientos, presión, ritmo, sensaciones. Mis antiguos amantes me preguntaban y yo sonreía sin desvelar mi pequeño secreto. LELO Smart Bead pasó a acompañarme en el bolso junto con su compañero rosa (mi INA Wave), haciéndome sentir doblemente traviesa, a sabiendas de que muy poca gente adivinaría el contenido de ese interminable bolso de mujer.

Pero soy una contadora de historias, y esta creo que merece la pena que se conozca. La historia de un pequeño cacharrito de inocente color rosa, que nació con una gran misión, aumentar orgasmos hasta el infinito, quizá no solo los míos.

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