Masturbación

Masturbación masculina con la corva

La Academia para Mentes Perversas de Brenda B. Lennox se complace en presentar un nuevo curso de prácticas sexuales que, literalmente, os dejará con las piernas temblando: «Masturbación masculina con la corva». ¿Con la corva? ¿La parte trasera de la rodilla? ¿No querrás decir con la boca y te ha jugado una mala pasada el corrector?, pregunta el becario. No, querido, con la boca no, ya hemos hablado en otras ocasiones de técnicas para hacer una felación y una garganta profunda. Hoy le toca a la corva.

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Masturbación masculina con la corva

Lamento reconocer que no he descubierto la técnica que utilizaba Richard Fish en Ally McBeal para conseguir que las mujeres se corrieran tocándole la parte trasera de la rodilla, pero sí algunas técnicas con las que sentirás un intenso placer masturbándote contra ella.

Maneras de masturbarse o masturbar con la corva

  • Con movimientos rítmicos de penetración. Coloca tu pene en la parte trasera de la rodilla, cierra la pierna de tu amante alrededor de tu miembro y muévete como si estuvieras follándote la cavidad. Cuanto más cerrada esté la pierna, más acentuada será la sensación de estrechez y más pronunciada la estimulación de toda la superficie del pene.
  • Dejándote masturbar. En este caso, tu pareja será la parte dominante. Para masturbarte, deberá colocar tu miembro en la parte trasera de su rodilla, cerrar la pierna alrededor de tu pene y moverla de izquierda a derecha (y viceversa), imprimiendo el ritmo y marcando a intensidad de la presión.
  • Caricias contra la piel. Agarra tu pene con la mano y desliza el glande con suavidad contra la piel de la corva, describiendo círculos, líneas (de arriba a abajo, de izquierda a derecha). O, simplemente, déjalo en contacto con la piel y disfruta con los ojos cerrados de la sensaciones que te produce (suavidad, calor, latidos). En este caso, también puedes decidir ser la parte pasiva y que sea tu pareja quien te masturbe contra la parte trasera de su rodilla.

Posturas para masturbarse o masturbar con la corva

  • De pie: Tu amante deberá estar acostado bocabajo, con las piernas flexionadas, al borde de una superficie que quede a la altura de tu pelvis (como una mesa).
  • En la cama o en un sillón. Tu amante se colocará bocabajo y tú, de lado, en cuclillas o arrodillado; o en posición fetal (o como la cucharita) y tú, estirado bocabajo (en una posición similar a cuando se hacen flexiones).

Utiliza lubricante

Por muy suave que sea la piel de tu amante, la fricción acabará irritando la tuya, así que unta su corva y tu pene con una dosis generosa de lubricante; no solo evitará que este acabe irritado, también aumentará la sensaciones.

Depilación

Una pierna depilada facilitará la masturbación: si el vello es largo, puede enredarse en el prepucio, y si es demasiado corto (especialmente si la depilación es con maquinilla y no con cera) puede irritar el pene. Ahora bien, si lo que deseas es deslizar muy suavemente tu glande por la corva, sentir un vello sedoso y abundante puede ser muy placentero.

Últimos consejos

No solo te masturbes. Juega con tu pareja y que ella juegue contigo. Acaricia, araña, pinza sus pezones, masturba, penetra su cuerpo con los dedos o juguetes eróticos; pídele que haga lo mismo contigo… En este juego, como en cualquier otro, priman el deseo, la imaginación, las ganas de explorar los límites.

¿Y tú? ¿Conoces algún truco para que la masturbación masculina con la corva sea más placentera? ¡Compártelo en comentarios!