👺: no me digáis que ese emoji no os suena… ¡Pero si lo tenéis en la galería para emplearlo cuando os rote! Si bien cierto, quizás, lo que de seguro no tenéis muy claro es cuándo o por qué usarlo y, de hecho, este es uno de los emoticonos menos socorridos (presente desde el año 2005). Empecemos pues por el principio y, por descontado, por la supuesta conexión con el erotismo.
Este emoticono de una máscara nipona, bautizada como tengu 天狗, alude a una criatura mitológica del folclore; no obstante, hay diversas fuentes que chocan sobre la representación per se: algunas aseguran que tengu es un kami (dios o espíritu), una deidad perteneciente al sintoísmo; otras, que es un yōkai (妖怪 literalmente: espectro, espíritu, demonio). Terceros cuentan que tengu se inspiró en una deidad del budismo y el hinduismo llamada Garuda, cuya apariencia es la de un pájaro, mas 天狗 significa literalmente «perro celestial». Sea como fuere, y aparcando la evolución histórica de la entidad, el aspecto del tengu de hoy en día es más que reconocible gracias a su piel roja, su bigotillo y, sobre todo, su larga nariz.
Las máscaras tengu acostumbran a fabricarse con madera, papel maché u otros materiales, y se emplean en el Nō (能), celebraciones/festivales tradicionales —véase el Setsubun (節分)—, y se emplazan en negocios y hogares para invocar la fortuna, la prosperidad y como repelentes de la mala suerte y de entintades malévolas, a la par que han cobrado un gran protagonismo en el manga.
Casi os oigo protestándome: sí, si todo eso está genial, pero ¿cuál es la vinculación de la máscara tengu con el erotismo?
Creo que la imagen es lo suficientemente explícita como para que os hagáis una idea de por dónde voy, aunque no os ilusionéis demasiado. Centrándonos en el grabado del siglo XVII, ambas mujeres están manteniendo relaciones sexuales y una de ellas se vale de la napia de la máscara tengu para penetrar a la compañera. Vamos, un strap- on o consolador con arnés de lo más narigudo.
Este no es el único grabado en el que se usa la máscara para tal fin, sin embargo, tampoco son cuantiosos los ejemplos recopilados en el shunga.
Es decir, ¿se puede dar por hecho que esta era una práctica habitual y de lo más extendida? No. ¿Y que lo plasmado se realizara? Hombre, desde luego, por tener, tiene todas las papeletas. Y puesto que no hay nada nuevo bajo el sol, hoy sigue representándose la máscara tengu en el ámbito sexual. Para muestra, en varios géneros pornográficos y tanto de manera bucal, anal o vaginal o llevando la máscara durante la misma relación sexual. Cabe destacar la aparición del tengu en una escena de Blue Eye Samurai (episodio 7, minuto 4:01), una serie franco-estadounidense de animación para adultos de 2023, que podéis encontrar en Netflix.
¿De qué os sorprendéis? En ocasiones, el placer aguarda en los más remotos rincones o, incluso, tras una máscara.