La cuestión del tamaño del atributo viril, fobia de muchos individuos del sexo masculino, es un tema constantemente discutido y comentado. Y normalmente esto se debe al miedo de poseer uno que no esté dentro de la media mínima.
Todo el mundo sabe que el tamaño no es lo que importa; que se trata del músico y no del instrumento; que no es la raqueta, sino ¡el tenista! Y, sin embargo, seguimos concediendo gran importancia a la longitud del pene. Pues bien, como la medida tiene su justa relevancia en lo que al placer se refiere, ahí van 5 posturas sexuales del Kamasutra para penes pequeños… y placeres enormes.
Las mejores posiciones para penes pequeños
1. Vaquera experta
Esta es una de las posiciones más eróticas para parejas que se conocen y confían mutuamente. La mujer controla el acto sexual y, como sabe de la longitud del miembro, podrá subir y bajar sin causar ese anti-clímax que se origina cuando el pene se sale en pleno acto. Y por si acaso ella se perdiera en el calor del momento, el caballero podrá agarrarla sutil (o no tan sutilmente) de los muslos y/o las nalgas. Por cierto, otra de las virtudes de esta postura reside en los juegos sexuales para las amantes de los placeres anales. Ya sabéis que el coito vaginal no excluye la posibilidad de usar un plug o un vibrador anal… Y con estas vistas, el hombre se sentirá más que dispuesto a daros todo lo que pidáis.
2. Estilo perrito
Probablemente la más conocida y versátil de todas las que se pueden dar en la alcoba, hacerlo «a cuatro patitas» casi siempre tiene resultados excelentes. Y digo «casi» por un motivo que, en la mayoría de los casos, es –más o menos– ajeno a los hombres y a sus medidas. Sí chicas, cuando el estilo perrito falla suele ser como consecuencia de nuestra posición; no hemos abierto bien las piernas, no hemos subido suficientemente o nos hemos pasado elevando las caderas, etc. Prestemos algo de atención pues es muy sencillo: nuestras nalgas deben tocar la parte superior de su muslo en las embestidas. Más arriba o más abajo, será incómodo y menos placentero para ambos. Otra nota importante: si nuestro trasero está un poco más rellenito de lo normal, habrá que arquear más la espalda. No todo va a ser cosa de hombres…
3. La mariposa
Si nuestro caballero tiene buenos bíceps, esta puede ser de lo más satisfactoria. Se trata de dejar que nos haga volar cual mariposas, agarrándonos de los glúteos y embistiendo suavemente a su antojo. De hecho, más que embestidas esta postura nos ofrece un masaje –los labios frotan constantemente– que nace de la naturalidad de su movimiento restringido por la posición de las rodillas. La vulva se ofrece en plenitud para que los dos puedan gozar del máximo placer, pues el Punto G también queda a directa merced del miembro.
4. El candado
Si os gustó La mariposa, pero pensáis que es algo incómoda por el ejercicio extra del hombre, o bien, porque vosotras también queréis balancear vuestras caderas, la postura del candado se os presenta como una buena alternativa. Es más, si el pene del caballero es ancho, esta sería ideal. Y es que las embestidas simultáneas no sólo invitan a multiplicar la excitación sino que, además, la sensación de apertura de la vagina es deliciosa. Y si el pene no es grueso, probad a que acompañe suavemente la penetración con uno de sus dedos o utilizad un juguete erótico para parejas (puede ser un anillo vibrador para el pene o masajeadores para ser llevados por la mujer). Os aseguro que el séptimo cielo no os quedará lejos.
5. El puente
¿Otra vez esta postura imposible? ¡Que no somos acróbatas! Lo sé. Pero escuchad, esta es la idea: cuando el miembro es pequeño, la penetración más profunda vendrá cuando nosotras nos situemos encima; y, cuanto menos muslo se interponga entre la pareja, más pene podrá entrar en la misma. Así que, no se trata de ser contorsionistas, sino de que el hombre arquee su espalda al máximo y nosotras descubramos nuestro sexo, entreabriendo todo lo que podamos nuestros muslos. PD- Poner cojines debajo de sus glúteos es una opción de lo más recomendable.
El pene no es el centro de la Tierra
Al igual que el Sol no gira alrededor de la Tierra, las mujeres no le damos tanto valor ni al tamaño, ni a la penetración en sí. Estas posturas son sólo para intentar maximizar el placer durante el coito, pero os aseguro que los mayores gozos empiezan por tener frente a ti a un hombre con inquietudes y pasión. Y estas no tienen medida…
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