La estación de las orgías es el verano. Y es que el verano es sinónimo de prendas cortas y desenfreno. La cabeza (y lo que no es la cabeza) se calienta, el cuerpo quiere jolgorio y el estómago (por así llamarlo) pide a gritos un festín sexual. Y, aunque la desmesura es en sí el tema de este artículo (pues una orgía no es otra cosa que el sexo con un número desmesurado de personas), debes tener en cuenta ciertos aspectos básicos si quieres disfrutar… Porque si participas en una bacanal es para gozar, ¿no?
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La primera orgía
Ahora que tomar parte en una orgía ha pasado de ser un sueño húmedo a un objetivo sexual que quieres culminar, necesitas una guía de principios básicos. Pues bien, como todo en esta vida, el conocimiento teórico es poder práctico (aunque haber practicado un trío con antelación también puede ayudarte en estos menesteres).
Ponte sexi
No importa si eres hombre o mujer, si vas a una fiesta hetero o gay, el mero hecho de vestirte con algo para sentirte sexi te aportará un grado de confianza imprescindible. Está claro que si se trata de una bacanal romana, tendrás que buscar una toga o si vas a una orgía vikinga… Bueno, si se trata de una orgía vikinga lo único que te puedo desear es suerte.
Los disfraces ayudan a pasar el primer trago de “vergüenza”, pero no nos pasemos de originales. Se trata de tu primera experiencia en grupo, y aunque noches como Halloween constituyan una gran ocasión, te recomiendo orgías “convencionales”. Esto es, algo que aparente ser una fiesta en un domicilio o en un pequeño pub reservado para la ocasión, con alguna gente conocida y donde las prendas sean como las que te pones para brillar en la noche de un sábado guerrero.
Aprende las reglas
La primera bacanal –aunque esto sea etimológica e históricamente contradictorio– no debe ser el resultado de haberte emborrachado con o sin amig@s. Si tienes una relación estable y habéis pensado en hacer una orgía, te recomiendo asistir a una swinger. Allí encontrarás a otras parejas, donde será más sencillo iniciarte en el sexo en grupo y disfrutar. En el caso de que no tengas una relación más o menos estable, lo mejor es ir en compañía de amig@s que tengan la misma inquietud. Así será más fácil entrar en contacto, y preguntar a la persona que la organice cuáles son los límites de la fiesta. Lo primero es asegurarse de que se va a dar la regla de oro del sexo: cualquier negación o signo de rechazo ha de interpretarse como tal. Si esto no está garantizado, mejor no asistas.
Normalmente, en las orgías no existen muchas más reglas, salvo la necesaria utilización de condón y las que se pacten de modo individual. Por ejemplo, que no apetezca el sexo anal.
Establece tus límites
Como acabo de señalar, aunque no suela haber un código de conducta específico, sí que se suele pedir lo que se desea… ¡a quienes se desea! Esto significa que tienes que dejar claro lo que quieres y, para ello, tienes que saberlo con antelación.
Siéntate a solas o con la persona que te va a acompañar y pregúntate por orden ¿Qué es lo que quiero?, ¿Qué es lo que me gustaría probar? y ¿Qué es lo que no deseo hacer bajo ningún concepto? Solo cuando des respuesta a estas cuestiones podrás llamar al timbre que abra las puertas a tu primera orgía.
Socialízate
Una vez que estás dentro, actúa como si te encontrases en una fiesta normal. Habla con la gente tal y como la harías en el cumpleaños del amigo de un amigo, donde las presentaciones y conversaciones estándar están garantizadas. Me llamo Pepa, trabajo en Banca y ella es mi amiga Andrea. Y vosotros, ¿a qué os dedicáis?
Si os encontráis respuestas incoherentemente incómodas del tipo Bájate las bragas, dad marcha atrás y salid por la puerta por donde entrasteis. Tener sexo con varias personas no significa que tengas que aguantar impertinencias. Tan solo implica un estado emocional y un objetivo sexual a experimentar que, en cualquier caso, también puede convertirse en algo que se haga con cierta regularidad, como muchas otras cosas en la vida. Ahora bien, si ese Bájate las bragas te parece coherente y morboso en la conversación que tengas, entonces no lo dudes un instante…
Relájate y disfruta
Todo un consejo clásico que es ciertamente mucho más fácil decirlo que sentirlo. Aunque sea algo de lo más evidente, las personas con las que coincidas en una orgía pueden hacer que te replantees el grado de seguridad y de deseo. Y es así como debe ser, por ello previamente te he recomendado que te socialices.
Una vez que hayas descubierto que el resto de personas con las que te has juntado tienen los mismos nervios que tú, o un grado de experiencia que no exhiben o no lo muestran con grandilocuencia, será el momento de hablar de sexo. Poco a poco, empieza con términos convencionales, sin rayar en lo mojigato, pero sin demasiada perversión (eso puede venir después).
Ten en cuenta que los Brad Pitt y Angelinas son escasos en el mundo y que, probablemente, el resto piense lo mismo de ti. Así que tampoco pongas listones allá donde no puedas saltar y, una vez que se hayan dado las condiciones previas, ¡lánzate a experimentar tu primera orgía!
Instrucciones básicas
#1 Haz acopio de preservativos y lubricantes de calidad.
#2 Es importante que el local o domicilio tenga armarios roperos o taquillas disponibles. Esencial, en el caso de orgías temáticas.
#3 Nunca olvides que la finalidad es dar y recibir placer.