De igual manera que no hay nada nuevo bajo el sol, Kim Kardashian vuelve a dar la nota, aunque en esta ocasión, y no queriendo tildarlo de pezonazo (sí, acabo de inventar un palabro), quizás el asunto no sea tan descabellado.
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Fotografía: Greg Swales / SKIMS
El 31 de octubre de este casi finalizado año 2023, la it girl, que ha cofundado junto a Emma Grede y Jens Grede una firma de ropa llamada SKIMS, añadió a la colección el bautizado The SKIMS Ultimate Nipple Bra. El mencionado es un sujetador tipo push-up que, mediante unas protuberancias, imita la agudeza de los pezones, como nos hubieran soltado en plena Antártida a -98 °C y rodeadas de pingüinos emperador o, y hablando en primera persona, como si una noche al adentrarme en mi dormitorio me encontrara en la cama a Henry Cavill y, al lado opuesto del colchón, a Jessica Chaistain, ambos ligeros de ropa; no hace falta precipitarse pasando directamente a la plena desnudez. Volviendo al Nipple Bra, el susodicho se presenta en diversos tonos que van desde el nude, siguiendo con el marrón y el clásico negro, y su (¿módico?) precio es de 60 euros. A su vez, esta prenda (dicen algunos) se une al movimiento #Freethenipple iniciado oficialmente por la cineasta Lina Esco.
Este lanzamiento ha suscitado la crecida de una fiera horda de críticas, para empezar, sobre el vídeo promocional del producto publicado el 28 de octubre, el cual, y como no podía ser de otra forma, se ha hecho viral.
Este nos muestra a una Kim, ubicada en una oficina y ante un ordenador, que comienza a hablar del cambio climático: «La temperatura de la tierra es cada vez más alta. Los niveles del mar están subiendo. Las capas de hielo se están reduciendo», explica concienzuda para proseguir (os lo resumo) con un: «Algunos días son duros, pero estos pezones lo son más. Y al contrario que los icebergs, no van a desaparecer».
Cabe resaltar que, a la par que ha recibido reproches, la mayoría tachando a la celebrity de cosificar el cuerpo de las mujeres o de representar unos senos de apariencia protésica, también ha habido alabanzas, y no solo porque el 10% de los beneficios de las ventas se destinarán a la organización internacional «One Percent for the Planet» (los miembros de esta contribuyen al menos con el uno por ciento de sus ingresos anuales a causas medioambientales, según cuenta la Santa Wiki) y con el cometido de ayudar a reducir las emisiones de dióxido de carbono, sino porque muchos consideran que esta prenda interior puede suponer un elemento positivo para aquellas féminas afectadas por el cáncer de mama. De hecho, una usuaria comentó: «Estoy segura de que la gente que se ha hecho una mastectomía apreciará esto».
Sin embargo, ¿acaso la Kardashian ha creado una novedad? La respuesta es un rotundo: en absoluto. Durante los años 70 ya se comercializaron sujetadores que emulaban los pezones erectos y, a golpe de publicación en X (antes Twitter), lo recordó Cora Harrington, autora del recomendadísimo libro «Intimate Detail», posteando un anuncio de entonces, de sujetadores con pezones, cuyo logo rezaba: «Ese sensual look sin sujetador mientras se lleva un sujetador».
Seamos realistas, pues, estemos a favor o no de este producto, era evidente que se convertiría en un fenómeno de ventas, y tanto ha sido así que hoy, 13/10/2023, y conforme termino de escribir este artículo, ya no queda ni un solo Ultimate Nipple Bra disponible.
Una imagen vale más que mil pezones, digo, palabras, ¿no?…