Viajar con juguetes eróticos es cada vez más normal. En mi caso, estoy tan acostumbrada a ellos que me resulta difícil dejarlos en casa para un viaje largo, porque sé que muchas veces me animaría a usarlos. ¿A ti te acompañan en tus andanzas o te da vergüenza llevártelos? ¿Sientes pánico solo con imaginar al policía preguntándote si llevas armas de destrucción masiva? ¿Crees que se van a encender en mitad del vuelo o ya sabes que los vibradores de calidad tienen un sistema de bloqueo integrado para que no pases ningún mal trago? Si todavía no viajas con tus juguetes favoritos, sigue leyendo. Creo que estos consejos te resultarán muy útiles…
Viajar con vibradores
No tengas miedo de viajar con tus juguetes favoritos
Cuando descubrí el mercado de los productos eróticos una de las cosas que más temía era que me pararan en cualquier punto de control por llevarlos en la maleta. Por ese motivo muchas veces los dejaba en casa y luego me arrepentía de no haberlos traído…
Lo cierto es que en los últimos años siempre he viajado con vibradores, tanto en la maleta de cabina como en la facturada, y jamás he tenido ningún problema. En alguna ocasión, han registrado mis pertenencias por eso del control aleatorio y, aunque los han visto, tampoco me han dicho nada. ¿Es que acaso me tenían que decir algo por viajar con mis objetos de placer? Yo también tuve los mismos miedos, pero ya no albergo ningún temor ni preocupación en que un policía vea los vibradores que llevo con mi equipaje.
Evita situaciones incómodas con el bloqueo
Seguro que alguna vez has imaginado la siguiente situación: llevas tu vibrador en el bolso o en la maleta y, de pronto, empieza a vibrar. ¿Qué harías? A mí me ha pasado alguna vez y ha sido de lo más incómodo. Por suerte, la mayoría de juguetes de alta calidad cuentan con un sistema de bloqueo. Es decir, que no solo lo apagas, sino que haces que la interfaz quede bloqueada hasta que lo vuelvas a usar. De esta manera, aunque con el traqueteo del viaje se presione uno de los botones, no se pondrá a vibrar.
Por ejemplo, en el caso de INA Wave™, uno de mis acompañantes favoritos de viaje, se bloquea presionando durante tres segundos los botones + y -. Cuando voy a utilizarlo repito el proceso (pulso durante tres segundos los botones + y -) para desbloquearlo. Así de sencillo.
¡Protégelo!
Los viajes suponen un riesgo para nuestro equipaje. Si facturamos la maleta o encargamos a un servicio de transporte que la lleve con nosotros es posible que sufra golpes bruscos y caídas, lo cual puede dañar el juguete. Mi consejo es que lleves tu vibrador en una maleta de cabina o bolso de mano para tenerlo controlado en todo momento. Serás tú quien lo lleve durante el trayecto, así que podrás asegurarte de que está en buenas manos. Y, quizá, no solo para protegerlo…
Yo los llevo en una funda de satén o en una bolsita con la ropa interior y los coloco estratégicamente en la maleta. No lo pongas en las esquinas y, si puedes rodearlo de algo blandito que lo amortigüe, mejor.
¡No te olvides el cargador!
Uno de los errores que cometía más a menudo, cuando era primeriza, era olvidarme el cargador. Si el juguete llevaba la carga completa y el viaje no era muy largo no había problema, pero si tenía que estar unos días sin mi juguete favorito después de traerlo… ¡vaya faena! Así que, apúntalo en tu lista.
Otra cosa que debes tener en cuenta es la toma de corriente en el país de destino. Es posible que allí adonde vayas el enchufe sea diferente y tengas que utilizar un adaptador, como ocurre si viajamos de España a Reino Unido, por ejemplo. Lo recomendable es hacerte con uno universal en una ferretería o en las grandes superficies: te saldrá mucho más barato y no tendrás que comprar otros para diferentes destinos.
Pero incluso esta pequeña molestia dejará de serlo en un futuro muy cercano. Y es que LELO ya ha empezado a cambiar sus cables, para que recargues de USB a USB. O sea, para que cargues tu vibrador con tu portátil, por ejemplo.
El lubricante que no falte
Siempre es mucho más cómodo y agradable utilizar lubricantes junto a nuestros juguetes. Si bien cuando viajamos hacemos lo posible por evitar peso extra y reducir nuestras pertenencias al mínimo, en este caso es importante que lo lleves contigo. Elijas el que elijas, es imprescindible que el lubricante sea de base de agua, para no dañar el juguete. La opción más sencilla y ligera es utilizar lubricantes monodosis que podrás adquirir en tu tienda erótica de confianza. El único inconveniente es que quizá te quedes corta con esos sobres individuales.
Otra opción es llevarte un botecito de lubricante. Un hidratante personal de base de agua ―sin glicerina, sin parabenos y sin perfume― es ideal. Podrás encontrarlo en dos formatos: el de 150 ml. y el de 75 ml. Pero, recuerda que si viajas en avión y utilizas una maleta de cabina, los botes con líquido no pueden superar los 100 ml., de manera que deberías llevarte el de 75 ml. Si facturas la maleta puedes coger el de 150 ml. sin problema alguno.
Higiene por encima de todo
Aunque estés de viaje, tienes que ser consciente de que tu juguete necesita una buena higiene. Puedes utilizar jabón neutro o lo que es mejor: un spray de limpieza para este tipo de productos. Es mucho más efectivo y no irrita la piel. Además, es muy fácil de utilizar: rocías el juguete y esperas unos cinco segundos, lo aclaras con agua y lo secas con un paño seco.
Ahora sí, ya tienes toda la información que necesitas para viajar con tus juguetes. ¡Lo único que te falta es elegir cuál te llevas!