Kamasutra ilustrado

El sueño de la esposa del pescador

Los pulpos y la Ama (Tako to ama), más conocida como El sueño de la esposa del pescador, es una xilografía Shunga realizada en 1814 por el artista japonés Katsushika Hokusai, que forma parte de Kinoe no komatsu, una serie compuesta de tres álbumes de 30 páginas con ilustraciones eróticas de la escuela Ukiyo-e.

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Kamasutra ilustrado

La obra muestra a una Ama (mujer de mar o pescadora de ostras) tumbada en la orilla del mar y entrelazada sexualmente por un pulpo gigante, que le practica un cunnilingus y un pulpo pequeño, que la besa y succiona su pezón con uno de sus tentáculos. La cara de éxtasis sexual de la Ama, la contorsión voluptuosa de su cuerpo y el explícito texto que acompaña a la litografía no dejan lugar a dudas del intenso placer que sienten los personajes y su concupiscencia:

—Pulpo gigante: Mi deseo se hace realidad al fin, este día de días; ¡finalmente yo te tengo en mis manos! Tu «bobo» está maduro y lleno, ¡qué maravilloso! ¡Superior a todos los demás! Chupar y chupar y chupar un poco más. Después de hacerlo magistralmente, te llevaré hasta el Palacio del rey Dragón y te haré mi prisionera. Zuu sufu sufu chyu chyu chyu tsu zuu fufufuuu …

—Ama: ¡Pulpo odioso! Tu succión en la boca de mi vientre me hace ¡respiración profunda! ¡Aah! Sí… Está… ¡¡Con la ventosa, la ventosa!! Adentro. ¡Oooh! Oooh, bien, ¡Oooh, bien! Allí, ¡allí! ¡Alliiií! ¡Bueno! ¡Uf! ¡Aah! Bien, bien, ¡Aaaaaaaaaah! ¡Aún no! ¡Hasta ahora era yo a quien los hombres llamaban pulpo! ¡Un pulpo! ¡Oh! ¡Uf! ¿¡Cómo eres capaz…!? ¡Oh! Yoyoyooh. Saa … Hicha hicha gucha gucha, yuchyuu chyu guzu guzu suu suuu…

—Pulpo gigante: ¿¡Todos los ocho brazos!? ¡¡Para entrelazarse!! ¿Cómo te gusta? ¿Así? Ah, ¡mira! El interior se ha hinchado, humedecido por las cálidas aguas de lujuria. Nura nura doku doku doku…

—Ama: Sí, ahora hormiguea; pronto no habrá sensación en absoluto, perdí el control de mi caderas. ¡Ooooooh! ¡Límites y fronteras desaparecidos! ¡Me voy! ¡Me voooy!

—Pulpo pequeño: Después de que papi termine, yo también quiero frotar y frotar mis ventosas en la cima de tu lugar peludo hasta que desaparezcas y luego chuparé un poco más, chyu chyu…

Tamatori Monogatari: La historia de la gema robada

La escena plasmada por Katsushika Hokusai alude a La toma de la joya o Tamatori Monogatari, un episodio de La leyenda de Taishokan, historia muy popular en Japón durante el periodo Edo,

Una de sus versiones cuenta que Tamatori, una hermosa buceadora de perlas o Ama, se sumergió en las profundidades del océano para recuperar una gema de valor incalculable que había robado Ryūjin (el rey Dragón, divinidad tutelar del mar) al clan de su esposo Fujiwara no Fuhito. Después de varios intentos infructuosos, el Ama se apoderó de la joya y comenzó a nadar hacia la superficie, pero cuando ya estaba a punto de alcanzar el barco, el rey Dragón descubrió el robo y salió en su búsqueda. La mujer de mar, consciente de que podía perder la gema si se defendía, se abrió el pecho con su daga y ocultó la joya en su interior. El flujo de su propia sangre enturbió las aguas y pudo escapar con el preciado tesoro dentro de su pecho, aunque a un alto precio: morir desangrada en el barco.

Esta leyenda sintoísta, símbolo de la abnegación y sacrificio de una mujer por un bien superior, fue representada con respeto por artistas de todas las disciplinas, incluyendo el teatro Kabuki, las danzas Kowakamai y la escuela pictórica Ukiyo-e. Sin embargo, como explica Ricard Bru, historiador catalán experto en Japonismo: «La leyenda de Taishokan, que originalmente era un relato religioso con una gran carga moralizadora, especialmente orientada a la virtud y el sacrificio final de la mujer, también se prestaba al registro paródico. Ello permitía una confrontación entre el mundo sacro y sagrado y el mundo vulgar y profano, mediante una nueva visión en la que la persecución del rey Dragón era reemplazada por la de un pulpo libidinoso». A esto se sumaba el potencial erótico de la escena ya que, por un lado, las amas o recolectoras de wanabi (orejas de mar o abulones) buceaban semidesnudas y por otro, tanto los tentáculos de los pulpos como los wanabi simbolizaban los genitales en la cultura japonesa.

Aunque varios ilustradores Ukiyo-e elaboraron xilografías con esta interpretación erótica de la escena de Tamatori, fue la de Katsuhisha Hokusai la que más influyó en pintores de los siglos XIX y XX, como Félicien Rops, Rodin o Picasso, y en artistas del siglo XXI como Masami Teraoka, Yuji Moriguchi o Toshio Maeda (aunque él lo niegue), autor del anime Urotsukidoji (La leyenda del señor del mal) que, a su vez, influyó en la creación del Shokushu goukan, uno de los subgéneros más perturbadores del Hentai.

Fuentes:
El sueño de la esposa del pescador, de Katsushika Hokusai: Una obra surgida en época de cuarentena. Omar Pérez Santiago.
El sueño húmedo de la mujer del pescador. Josep Lapidario.
Tentáculos de amor y muerte: de Hokusai a Picasso.  Ricard Bru.