Entrevistas

Entrevista a Sarah Rippert, directora del Museo de l’Erótica de Barcelona

Si un museo es un archivo cultural y la «cultura» es un conjunto de comportamientos y creencias (o estrategias de comportamiento) que una comunidad tiene por costumbre accionar, ¿por qué no vemos tantos museos sobre el erotismo y el sexo, que son parte nuclear y consustancial a todas las culturas?

Bueno, esta tendrá que ser una de las preguntas que le hagamos a Sarah Rippert, directora del maravilloso Museo de L´Erótica de Barcelona en esta entrevista.

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Entrevistas

Diriges un museo con 14 salas que cuentan con más de 800 piezas de arte, que hace exposiciones temporales, shows y talleres. Pero antes de entrar en detalle sobre objetos y  actividades, tengo una pregunta que el equipo de LELO me ha trasladado para ti: ¿Cuántas veces has tenido sexo en un museo?

Yo… creo que nunca he tenido sexo en un museo. Pero si alguien me invitase a tener sexo en un museo, sería en este, obviamente. De hecho hay personas que lo hacen… (risas). Hemos tenido casos aquí. Pero yo no lo voy a hacer porque este es mi lugar de trabajo.

Bueno, está bien, la pregunta era mía. Soy así de curioso o morboso. Quizá por eso, no entiendo muy bien por qué se mira de soslayo a lo erótico desde «lo cultural». Es decir, ¿por qué crees que no vemos tantos museos sobre el erotismo y el sexo, que son parte nuclear y consustancial a todas las culturas?

Creo que todavía hay un gran tabú sobre temas eróticos y sexuales, a pesar de que todos seamos seres tan eróticos como sexuales. Debería ser un tema del que podríamos hablar como se habla de matemática o de literatura y del que se debería educar mucho más en las escuelas, aunque, lamentablemente, hoy en día, esto no es así. Todavía no hay una educación sexual óptima, se piensa que es un tema secundario, oscuro, y eso es muy triste. En el museo tratamos mucho la parte educacional y, por eso, nuestro nuevo proyecto es Arte & sexología, que es donde queremos mejorar para ayudar a la sociedad a quitarse esos tabúes de la cabeza, romper creencias y abrir el erotismo y la sexualidad a todo el mundo. El museo es el lugar perfecto para venir con nuestros amigos, parejas e hijos porque invita a empezar una conversación sobre sexología y erótica que es necesaria. No se me ocurre un mejor sitio.

Entremos en materia: ¿Qué vamos a encontrar en el museo de la erótica de Barcelona? ¿Cuál es la propuesta y por qué vamos a regresar con nuestras parejas o amigos?

En el museo viajamos por el mundo, por diferentes culturas que tienen que contarnos algo sobre la erótica y el sexo en el pasado. A través del arte explicamos temas de diferentes culturas y países a lo largo de nuestras catorce salas. Empezamos por Egipto, hace 30 000 años, y vemos la representación de la sexualidad, el erotismo, los falos… vemos que no había censura, están abiertamente presentados.

De hecho, hay un dios de la fertilidad pintado en las paredes de las pirámides y templos, que era parte del día a día, así como debería ser hoy. Por eso hacemos el contraste con la actualidad. El museo está para romper creencias y mostrar cosas así a la gente y que vean que el erotismo y la sexualidad se mostraban como algo normal.

El museo tiene una forma especial, distinta a la de otros museos eróticos del mundo, porque todos los objetos que hay en él están para explicar alguna historia relevante, que nos ayude a mostrar cómo se vivía el erotismo en una cultura determinada en un tiempo en concreto. Lo importante no es si una obra es original o copia, lo que nos interesa es explicar el devenir del erotismo en las civilizaciones. Ese es su contenido y su recorrido es esencial para abrir nuestra mente.

«El hedonismo habita en la naturaleza» y vosotras tenéis un jardín erótico. Cuéntanos.

Nuestro jardín erótico es un sitio espectacular, que, por cierto, acabamos de renovar. Allí se puede tomar, por ejemplo, una copa de cava, rodeados de las pinturas eróticas más famosas de la historia. Desde El origen del mundo, de Courbert, a Klimt o Goya, para Sigrid Cervera, nuestra sexóloga, es el jardín más bonito de Barcelona. Allí tenemos una vulva gigante, donde la gente se sienta y se toma fotos, de hecho, es el objeto más fotografiado del museo (risas), donde también tenemos nuestro rincón de «naturaleza erótica», en el que las obras nos muestran cómo podemos encontrar el sexo, la erótica o las formas de los genitales humanos en la naturaleza.

Museo de la Erótica

Jardín del Museo de la Erótica de Barcelona. La Rambla, 96 bis.

He visto que habéis hecho talleres de shibari, juguetería erótica, arneses… ¿Cómo percibes a los asistentes? ¿Se sonrojan a menudo o la mayoría lo toma como un aprendizaje normal? O sea, ¿cómo ves a esa Barcelona que es una ciudad tan sexual?

Los asistentes de nuestros talleres y shows normalmente se quedan muy impactados. Especialmente, en los shows de shibari la gente se queda muy impresionada. Se nota en las miradas, se vislumbran los prejuicios… se creen que la chica lo está pasando mal o incluso que está siendo maltratada. Por eso, nosotros hacemos hincapié en que se queden a hablar con los artistas cuando termine el show. ¿Por qué lo hacen? ¿Qué sienten? Cuando ella les explica cómo siente placer y él en qué consiste el arte de las ataduras, los asistentes empiezan a cambiar el chip y, al final, se van encantados con la propuesta. Yo he asistido muchísimas veces a este show de shibari, pero ya no lo miro, me despiertan más interés las caras y gestos de los asistentes y esa transformación que comentaba cuando, al final, hablan con los artistas. Es algo terapéutico. Es que hay mucho amor en esta práctica.

He leído que tenéis videos porno de Alfonso XIII, de lo que ya dio cuenta en Volonté, nuestra colaboradora Brenda B. Lennox. Háblanos un poco de esta historia.

Tenemos tres vídeos en los que él fue el director. Conseguimos el permiso de la Administración del Estado para proyectarlos y, ahora, explicamos la historia que hay detrás de los mismos. Es, una vez más, parte de nuestro valor añadido. No solo mostramos, explicamos el quién, el cuándo, el por qué y el cómo. Y es que, a parte de la historia oscura de estas producciones, también vale la pena mostrar cómo se entendía el porno en aquella época o el canon de belleza de aquellos días.

¿Cuál es la sala que más te gusta del museo y por qué?

Es muy difícil elegir una. Me encanta el jardín, donde hacemos los shows, que es un lugar maravilloso. También las exposiciones temporales, que dan vida, aire fresco… Me fascinan, pero la joya del museo para mí es la Sala de la historia de Barcelona con los vídeos de Alfonso XIII. Estar en el corazón de la ciudad y poder ver la historia erótica de la misma aquí, es muy especial.

¿Seguro que no tuviste sexo allí?

(Risas) Estoy segura que no tuve sexo aquí, pero no puedo prometer que no ocurra en el futuro.

Tenéis una planta en vuestra tienda dedicada no solo a los juguetes eróticos sino a entender el por qué de los juguetes eróticos…

Nuestra tienda es un proyecto reciente. Se ubica en la segunda planta y trata de aunar arte y educación sexual con una configuración muy diferente a la de una tienda erótica o sex shop, Nosotros nos centramos en mostrar los distintos tipos de productos con vídeos explicativos por categorías. ¿Qué juguetes existen? ¿Cómo funcionan? ¿Para qué sirven? ¿Qué tipos hay dentro de cada categoría? ¿Cuál sería el más adecuado para mí? Son las preguntas que intentamos resolver. Para ello, contamos con un equipo especializado que atiende las inquietudes de los visitantes, sobre todo para aquellas personas que nunca han ido a una tienda erótica.

Bueno, no puedo terminar la entrevista sin ponerte una pregunta comprometida: ¿Cuál es el juguete de LELO que más te gusta?

Mi juguete favorito de LELO es SILA. Es un juguete maravilloso que puedo recomendar a todo el mundo. Obviamente, lo vendemos en nuestra tienda y soy la primera que lo ofrece a todas las mujeres que entran porque creo que es un juguete sin parangón. Hay que tenerlo.

Puedes visitar el museo en La Rambla, 96 bis. Metro L3 parada Liceu. Bus: 14, 59 y 91. Horario: de lunes a viernes, de 11 a 24h. Sábado y domingo, de 10 a 24h.