Sexo

«Covent-Garden Ladies», la guía de prostitutas

«Las damas del placer son beneficios públicos», afirmaba la edición de 1765 de la Harris’s List of Covent-Garden Ladies, una guía de prostitutas del siglo XVIII.

Quizá, y antes de explayarme, debería mencionar que el alcance de la industria del sexo en el Londres georgiano de aquel entonces debía de ser galopante, aunque no tanto como llegó a sugerir el magistrado de policía escocés y escritor de estadísticas Patrick Colquhoun, el cual sugirió que, tal vez, en la década de 1790 alrededor de unas 50 000 mujeres tenían algún tipo de trato en el comercio sexual, ya fuera a tiempo parcial o completo.

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Ilustración perteneciente a la portada de la obra Harris’s List of Convent-Garden Ladies, editada por Hallie Rubenhold.

Como contrapunto, en 1800, la Biblioteca Británica estimó que las cifras oscilaban entre las 6000 y 7000 féminas. Sea como fuere, la prostitución en la ciudad cruzó fronteras y se tornó vox populi entre patriotas y extranjeros. Las meretrices, muchas de ellas nacidas fuera de la capital y atraídas por la posibilidad de prosperar y de huir, en su mayoría, de la pobreza, se emplazaban en los aledaños de Covent Garden y Strand, que tomaban a la caída de la noche; sin embargo, existieron puntos fijos, como las denominadas «casas obscenas», en las que ejercían el oficio (se estima que hubo en la mayoría de los distritos). Por descontado, y en especial en lo concerniente a los bajos fondos, este modus vivendi y todo lo que lo rodeaba supusieron una fuente constante de problemas para las autoridades locales.

Volviendo a la lista: esta se publicaba anualmente en tiradas de unos diez mil ejemplares, entre 1757 y 1795, con el cometido de ser un almanaque de aquellas meretrices disponibles en Londres (entre Covent Garden, el West End y sus inmediaciones). Su autor, según apunta la Biblioteca Británica, pareció ser Jack Harris (posiblemente, el seudónimo de John Harrison), un tipo que se hacía llamar «El proxeneta general del pueblo de Inglaterra», pues se encargaba de conseguir prostitutas para la clientela de la taberna Shakespeare’s Head en Covent Garden, en la que trabajaba como jefe de camareros. A posteriori, estableció su propio negocio alejado de sórdidos cometidos. Se cree que Samuel Derrick, un periodista y aspirante a poeta, fue quien escribió las siguientes entregas tras apalabrar con Harrison la cesión del seudónimo y, por ende, la celebridad.

El contenido de la lista informaba de los nombres/seudónimos (¡y a cual más variopinto!) de, por lo general, más de ciento veinte susodichas por edición; notificaba sus edades, atributos principales, servicios (usando eufemismos como «el árbol de mayo del amor»), precios, direcciones…  El formato era de bolsillo, dirigido en especial a una audiencia de clase media por un coste aproximado de dos o tres chelines por copia. Algunos se aventuran a decir que la Harris’s List era un fiel reflejo de la importancia de la literatura erótica del siglo XVIII, y he aquí una breve muestra:

«La señora Cl-l-nd de Swallow Street, originaria de Escocia, se transforma a través del blasón en un paisaje de las Highlands[1], cuya montaña, en la cima, no siempre está desprovista de flores».

O en un tono más jocoso:

«La señorita C-ll-ns de Oxford Street, que antes trabajaba como pastora de vacas, ridiculiza su manera de hacer el amor con ocurrencias literarias, que no se repetirán aquí, relacionadas con la ganadería y el batido de mantequilla».

Como es de esperar, si bien la lista de Harris no fue la primigenia y tuvo sus precursoras, como
la incluida en el The Wandering Whore[2] (1660), bautizada como Crafty Bawds[3], Common Whores[4], Maiden-sellers[5], Night walker[6] y, por supuesto, spin-offs en otras ciudades británicas tales como Ranger’s Imparcial List of the Ladies of Pleasure[7], en Edimburgo (1775), la del tunante Harris es la que mejor ha lidiado con el paso del tiempo y ha servido de inspiración a novelistas y guionistas de renombre; véase, por ejemplo (y nunca mejor dicho), la serie Harlots, creada por Alison Newman y Moira Buffini e inspirada por la novela The Covent Garden Ladies, de Hallie Rubenhold.

[1] Las Tierras Altas de Escocia.
[2] La puta errante.
[3] Alcahuetas taimadas.
[4] Putas populares.
[5] Las doncellas más vendidas.
[6] El transeúnte nocturno.
[7] La lista imparcial de damas para el placer de Ranger. Donde «Ranger» puede ser apellido y/o tener el doble sentido de «guía exploradora» o «explorador».