En las últimas décadas la esperanza de vida de las personas se ha alargado. Eso significa que vivimos más años y que podemos disfrutar más tiempo de nuestra sexualidad. No solo es que exista el sexo después de los 60, es que el deseo y la capacidad de sentir placer nos acompañan durante toda la vida. Y, aunque los cambios físicos afecten, son, sobre todo, las actitudes sociales hacia el sexo a partir de determinada edad las que más influyen en la vivencia de la sexualidad.
Esto es más importante de lo que parece. No solo para que lo lean las personas que están o se aproximan a esas edades, también es vital que a los que aún nos queda, entendamos que ellos y ellas pueden (¡y deben!) disfrutar del sexo. Y para poder entenderlo, tenemos que saber qué cambios se producen y cómo afrontarlos.
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Sexo después de los 60
Buscando sexo a partir de los 60…
No disponer de pareja es un factor que condiciona en demasía el poder mantener relaciones sexuales en la edad madura.
Muchas mujeres mayores, después de toda una vida junto a alguien, de repente se ven solas y con dificultades para encontrar un nuevo compañero. Esto se debe principalmente a dos motivos: de un lado, la esperanza de vida de las mujeres es más elevada que la de los hombres, por lo que a menudo son ellas las que pierden a su pareja; de otro, nuestra cultura tiene un concepto muy limitado de belleza femenina, donde no hay lugar para las arrugas ni los cuerpos que no son jóvenes.
Si ya es difícil encontrar pareja cuando se tiene una edad, la cosa se complica aún más si se busca una del mismo sexo. No olvidemos que más allá de los 60 también existen personas con deseos homo-eróticos.
En pareja
Quienes están en pareja lo tienen más fácil para mantener relaciones sexuales, pero hay que adaptarse a los cambios físicos que se producen en ambos. Los cuerpos maduros no tienen, por ejemplo, la misma agilidad que cuando se es joven, para realizar determinadas prácticas o posturas sexuales. Además, se dan algunos cambios concretos relacionadas con lo estrictamente genital, como son una menor lubricación en la mujer postmenopáusica o un aumento del tiempo necesario para alcanzar la erección (además de una menor firmeza del miembro) de los hombres.
La masturbación existe más allá de los 60
Nuestra cultura asocia la masturbación con juventud, como si se tratara de una práctica que tiene su punto álgido en la adolescencia y que con los años desaparece. Sin embargo, es un hecho comprobado que hombres ¡y mujeres! mayores también se masturban.
El autoerotismo sigue siendo un tabú en general, pero cuando hablamos de mujeres y, más aún, de una edad avanzada, se vuelve un tema invisible e intocable. Nadie se imagina a su madre o su abuela masturbándose y nadie quiere hablar de ello. Pero seamos realistas: las mujeres maduras también sienten deseo y, por ende, también se masturban… ¡y muy bien que hacen!
Menos genitalidad, más sensualidad
Si bien las relaciones sexuales continúan en la edad madura, a menudo, tanto hombres como mujeres, dan mayor importancia a las muestras de afecto y cariño que al coito o lo estrictamente genital. Las relaciones se vuelven más sensuales, con más caricias, abrazos y besos, y menos genitales.
Se disfruta más de los momentos de intimidad, del sexo lento, sin prisas, y esto es posible ya que a esa edad ya no hay tantas obligaciones y se dispone de más tiempo libre.
¿Cómo disfrutar del sexo a los 60?
Como vemos, nuestra sociedad pone muchas trabas a las personas mayores para seguir disfrutando de su sexualidad, pero eso no significa que sea imposible. Por mi parte, voy a intentar daros algunos consejos que pueden ser de utilidad:
- Si no es tu pareja, hay que seguir dando la mayor importancia a la seguridad. Si bien es cierto que después de la menopausia muchas mujeres se sienten liberadas para mantener relaciones sexuales sin miedo al embarazo, no debemos olvidarnos de que las Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) afectan a todas las edades, por lo que en el sexo esporádico es necesario el uso del condón.
- Los juguetes sexuales también son buenos compañeros a partir de los 60. Así, muchas mujeres mayores usan vibradores para masturbarse y las parejas maduras pueden beneficiarse de diversos productos eróticos para estimular sus relaciones sexuales. De hecho, a estas edades hombre y mujeres se han deshecho de muchos de aquellos tabúes o vergüenzas que limitaban su sexualidad, por lo que la diversión con juguetes eróticos se redobla en las alcobas.
- Hay que saber adaptarse a los cambios físicos. Por ejemplo, ante la falta de lubricación, hacer uso de un lubricante; ante la dificultad para alcanzar la erección, dedicar más tiempo a la estimulación del pene y de otras partes del cuerpo; ante la falta de agilidad, buscar posturas sexuales cómodas, etc.
- La salud, un elemento necesario. No debemos olvidar que mantenerse activo, tener una alimentación saludable y hacer ejercicio diario resulta beneficioso para poder disfrutar de la sexualidad. Del mismo modo que seguir disfrutando del sexo ejerce efectos positivos en nuestra salud.