Hay un dicho popular que dice «Con paciencia y con saliva, el elefante se la metió a la hormiga». Por un lado, muy bien, señor Elefante, porque dedicar tiempo al encuentro erótico es positivo. Por otro lado, no, la saliva no es un buen lubricante.
«¿Cómo que la saliva no sirve para lubricar?»; «Pues a mí me ha salvado cuando no tenía otra cosa»; «Más de una vez la he usado y ha ido estupendamente»…
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La saliva está considerada como recurso habitual para humedecer antes de la penetración. Es ágil de usar y la tenemos siempre a mano. El porno, que (nos guste o no) es generador de modelos sexuales, ha trasladado esa idea de «un escupitajo y para adentro», ya sea penetración vaginal o anal. Aunque sabemos que no nos tenemos que creer lo que vemos en el porno, a falta de otros referentes, pues ciertas cosas calan socialmente.
La explicación de por qué la saliva no sirve para estos menesteres es sencilla. Este fluido es agua en un 98% y, si bien puede parecer que humedece, se seca rápidamente, con lo que el efecto lubricante no se consigue. Necesitaríamos gran cantidad y de aplicación continua para que sirviera. Al no mantener la humedad se pueden producir más roces, fricciones e irritaciones, aumentar la posibilidad de sufrir pequeñas heridas y, con ellas, la probabilidad de contraer alguna ITS si se está en una relación de riesgo y no se usa protección.
En la saliva hay millones de bacterias que, generalmente, no son dañinas para el organismo, ni propio ni ajeno. También puede haber algunos virus (dejo el coronavirus aparte), como los que causan el herpes labial que, en contacto con partes íntimas, puede causar el genital. Si se tiene este tipo de herpes se debe evitar usar la saliva para cualquier acto sexual.
Por otro lado, un estudio de 2016 sobre el uso de saliva como lubricante en hombres que tenían sexo con otros hombres mostró que había una relación entre los casos de gonorrea rectal y el uso del fluido bucal para la penetración. La gonorrea de garganta casi nunca presenta síntomas y se detecta menos, con lo que se contagia más. Casi la mitad de los casos de gonorrea rectal podrían ser eliminados, concluyeron los investigadores, si se dejara de usar la saliva para practicar sexo anal.
«Entonces –puede replicar alguien–, tampoco se podría tener sexo oral». Efectivamente, en el sexo oral también hay riesgo de contagio de ITS y en ejemplos como los anteriores habría que usar protección. De todas maneras, en el sexo oral hay un uso externo de la saliva, y en la penetración, un uso interno.
En la película Brokeback Mountain (2005), la primera vez que los dos vaqueros tienen relaciones sexuales, Ennis del Mar (interpretado por Heath Ledger) se escupe en la mano antes de penetrar analmente a Jack Twist (Jake Gyllenhaal). Este tipo de escenas y el cine X ya comentado alimentan el morbo de esa acción y puede hacerla excitante. Pero si en una práctica no está recomendado el uso de la saliva es, precisamente, cuando la penetración es por detrás. A diferencia de la vagina, el ano no lubrica por sí mismo, con lo que para facilitar el deslizamiento es necesario el uso de lubricante. La saliva, por muy cinematográfico y de machotes que sea, no va a servir para que sea cómodo.
¿Qué lubricante debo usar?
En la penetración vaginal, debido a los propios fluidos, puede que no haga falta aplicar un lubricante extra. Además, si se está usando preservativo, estos están lubrificados. Es posible que no haya que añadir nada más.
Pero habrá ocasiones en que sí será necesario, y siempre en el sexo anal. Entonces puede surgir la duda. En el mercado existen muchos tipos de lubricante, cada uno para diferentes usos. ¿Cuál es el mejor?
–Los lubricantes de base agua son compatibles con el uso de preservativos y no dañan los juguetes eróticos. Se absorben rápidamente, por lo que deberían ser aplicados durante toda la relación, y no son los más recomendados para el sexo anal, pero sí para el oral.
–Los lubricantes de base aceite no deben usarse con preservativos ya que pueden dañarlos. Se recomiendan para masajes por todo el cuerpo, para usarlos bajo el agua o para el sexo anal. Son más densos y duran más.
–Los lubricantes de silicona sí pueden usarse con preservativos. También son duraderos y recomendables para el sexo bajo el agua y para el sexo anal. Pero pueden dañar un buen número de juguetes eróticos.
Y aunque quizá sea obvio, mejor recordaros que ni se os pase por la cabeza usar aceites corporales ni de cocina ni mantequilla ni margarina… Lo único que conseguiréis con productos no específicos para ese uso será irritar los genitales.
En definitiva, generalmente no pasa nada por usar saliva, pero, en realidad, no es una buena opción para que la penetración discurra con facilidad. Así que, volviendo al dicho con el que abríamos este artículo, no seas como el elefante y usa lubricante.