Nos atreveríamos a decir que, en los últimos años, el Smartphone ha tenido más trascendencia en tu vida que –digamos– Obama.
Piénsalo por un momento. De ser verdad, significaría que esa pequeñita caja de plástico, vidrio y silicona, que cabe en la palma de tu mano, ha sido más importante para ti, que los 8 años de mandato del líder de EE.UU., aún la superpotencia del mundo. Y, de hecho, existe una buena razón por la que esto sea así. Sigue leyendo…
La gente en general, y los presidentes y políticos en particular, son muy buenos hablando sobre cambiar las cosas, sin que realmente cambien algo en absoluto. De esto, podemos dar buena fe los ciudadanos de países hispanohablantes…
La Tecnología, de otro lado, es excelentemente buena en cambiar las cosas, sin que, en verdad, explique las amplias transformaciones que opera. Pareciera que hablar sobre cambios no cambia nada en absoluto. Pero lo que sí que parece real es que la Tecnología ha transformado, y sigue transformando, nuestro día a día.
El condón y el sexo
El condón, tal y como lo conocemos, se ha fabricado de la misma forma durante décadas. Los colores, sabores, puntos y estrías se han ido añadiendo a los diseños para hacernos pensar que se estaban introduciendo innovaciones, cuando en realidad enmascaraban la carencia de ideas en el desarrollo de producto.
Esto no quiere decir que las sensaciones con los preservativos con estrías no sean placenteras o que no se noten los puntos ni que los sabores sepan mal o los colores sean feos. Pero lo cierto es que la última gran innovación que han sufrido los condones, es la introducción del depósito en la punta… hasta ahora.LELO comenzó a trabajar en HEX™ allá por 2009, y en aquel momento nos percatamos de cómo la percepción negativa en el uso de los condones estaba desembocando en un auge de las ETS. Nuestras primeras investigaciones nos mostraron que los compradores de condones se habían frustrado por la falta de cualidades distintivas entre los preservativos que usaban, y como resultado, cada vez estaban menos dispuestos a utilizarlos.
Nos pareció que en todo el mundo, y especialmente en las grandes industrias, la Tecnología crecía a pasos agigantados, mientras que los condones no tenían la presión del consumidor, ávido de encontrar diferencias. A esto se sumó cierta indiferencia por parte de los medios de comunicación; los temas relacionados con el SIDA y las ETS ya no eran noticiables. De este modo, llegamos a la conclusión de que el mundo se había transformado, pero los condones habían permanecido indiferentes a esos cambios.Han surgido nuevas ETS, con mayor virulencia e inmunidad a los tratamientos, pero el uso del condón, reconozcámoslo, está en declive. Y, como venimos explicando, gran parte de la culpa reside en la carencia innovadora de la industria.
Si ahora usamos ADSL en vez de conexión dial-up, pen-drives y no disquetes o nos comunicamos constantemente con Smartphones en lugar de medir los caracteres de los SMS, ¿por qué seguimos usando el mismo tipo de condón que utilizaban nuestros abuelos?
El carácter de LELO está firmemente enraizado en la innovación tecnológica, dentro de la industria del placer. Hemos invertido años investigando y reinventando todo: desde el mando a distancia con acelerómetro, hasta los motores de pivote de alta eficiencia y las interfaces sensibles a la presión. Ahora es el momento de traer este conocimiento, donde la tecnología se encuentra con la anatomía, al condón. Nadie más iba a hacerlo. Probablemente, nadie más podría haberlo hecho. Pensamos que dependía de nosotros.Otros intentos
Sabemos que no hemos sido los primeros en intentar insuflar vida en la agotada industria del condón. De hecho, hace unos años, el mismísimo Bill Gates ofreció una gran recompensa a quién inventase un condón mejor. Y, en aquel entonces, surgieron valiosos aspirantes, todos con grandes ideas y nuevos materiales, y por un momento, el sexo seguro del futuro se vio un poco más iluminado. Pero ¿qué ocurrió? Tristemente, ninguna de esas ideas (ni siquiera una de ellas) fructificó, y probablemente nunca lo harán porque se basaron en el uso de materiales prohibitivamente caros (tales como el condón de grafeno, que no estará listo en generaciones), o porque, sencillamente, no son prácticos (valga como ejemplo el condón de espray, que tarda cinco minutos en hacerse efectivo ¡antes de poder ser utilizado!).HEX™
Todo ello nos hace sentir que HEX™ es más extraordinario de lo que en sí es. Nosotros no tenemos la financiación del multimillonario Bill Gates (de momento). Pero sí teníamos nuestra experiencia, diseños y maestría ingeniera, y la determinación en cambiar la percepción de la gente en torno al uso del condón. Y para ello, nos propusimos cambiar el condón en sí mismo.
Y eso es lo que hicimos. Observamos la Naturaleza para ver qué soluciones podíamos obtener de ella: cómo crear estructuras fuertes y ligeras, y qué formas necesitábamos trabajar para conseguir que un objeto se mueva y se ensanche sin debilitarse. Y la forma con la que permanentemente nos encontrábamos era el hexágono. En las colmenas, en las escamas de las serpientes, en las alas de los insectos, en los ojos, en el mismo grafeno, en los girasoles, en las formaciones rocosas y en una inmensa infinidad de sitios y cosas, los hexágonos son la figura de su estructura. Era, definitivamente, la forma ideal con la que rediseñar el condón.Y para ello tuvimos que crear procesos de producción diferentes. En este punto, descubrimos que la industria del condón no solo no avanzaba, sino que también se resistía a que otros innovasen. Nuestros competidores han mirado con lupa todas nuestras patentes y movimientos antes de sacar HEX™, en un intento por encontrar algo que jugase a su favor y, por supuesto, explotarlo.
Sin embargo, el hecho de que tuvimos que inventar un buen número de procedimientos propios, resultó en que el proceso final con el que creamos HEX™ fuera tan singular, como único es el producto.Y este es el punto de inflexión donde comenzamos a cambiarlo todo: tratando el proceso de creación del condón con el respeto que se merece. Porque es importante, y cuanta más importancia le damos, más disfrute encontrarán nuestros clientes. Y esto conduce inexorablemente al objetivo fundamental: cambiar la percepción de la gente en el uso del condón, para mejor… para siempre.