Tras cómo masturbar con los pechos, os traigo un reportaje de cómo masturbar con los pies. ¿Por qué? ¡Porque me encantan! Siento debilidad por ellos, aunque son, con diferencia, la parte más maltratada y descuidada de nuestra anatomía. Los sometemos a tacones imposibles, a zapatos que estrujan los dedos como un potro de tortura, a jornadas interminables tras las que, con suerte, reciben una ducha rápida. Injusto si consideramos que soportan el peso de nuestro cuerpo, lo mantienen estable y erguido frente al mundo, nos permiten recorrerlo con paso firme y correr, trepar, descender, saltar, bailar… y recibir y dar placer.
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Masturba con los pies
El simbolismo de los pies
Los pies tienen un fuerte simbolismo sexual. Freud afirmaba que el pie es «un ejemplo antiquísimo de símbolo sexual que aparece ya en el mito», algo que es evidente si analizamos los cuentos tradicionales sobre Cenicienta. Además, numerosos estudios psiquiátricos determinan que, en momentos de excitación sexual, algunas partes del cuerpo se convierten en un reflejo de otras. Por eso, cuando un heterosexual o lesbiana chupa el dedo gordo del pie de una mujer, lo percibe en un nivel inconsciente como un pezón o como un clítoris; y una heterosexual o un gay, cuando chupa el dedo gordo de un hombre, lo percibe como un pene.
El placer físico
El pie es un mapa perfecto del cuerpo humano, que incluye, claro está, los genitales. Un masaje dado por expertos en Reflexología causa un impulso eléctrico intenso que recorre todo el cuerpo. Si un masaje puede estimular los puntos reflejos, ¿por qué no una caricia, un beso, un lametón? Al fin y al cabo, en los dedos de los pies se encuentran los puntos reflejos del cerebro.
Si eres un/a escéptico/a frente a la Reflexología, decirte que Barry Komisaruk, el eminente psicólogo neoyorquino, descubrió que las áreas cerebrales de los genitales y los pies se encuentran una al lado de la otra, por eso hay personas que llegan al orgasmo cuando les estimulan los pies, y otras contraen los dedos cuando están a punto de correrse.
Además, en un nivel biológico, los pies cuentan con glándulas especializadas que transmiten el olor único de la persona a la que pertenecen, por lo que estimulan nuestro deseo, aunque no seamos conscientes de ello.
Dar y recibir placer
Mimar con los pies, que los mimen; follárselos, masturbar con ellos… puede resultar muy excitante para ambos, siempre que se sigan estos consejos básicos:
Los genitales son muy delicados y propensos a infecciones; ¡ni se te ocurra masturbar si tienes hongos! Córtate las uñas y límalas, quítate las asperezas y lávatelos con jabón neutro sin desodorante.
Luego, úntalos con un buen lubricante. También puedes usar geles para masaje erótico siempre que no sean irritantes. Dale un masaje a tu amante en los pies, los relajará y estimulará su libido.
Escoge la postura que os resulte más cómoda. Para mí, las ideales son:
- Sentados frente a frente en la cama o en dos sillas.
- Él de pie y tú sentado/a o tumbado/a. Ideal para masturbar a un hombre o para que se los folle.
Las dos presentan un inconveniente: la resistencia de los abdominales y las piernas… nada que no se pueda solucionar poniendo cojines debajo de las rodillas.
Cómo masturbar con los pies a un hombre
Masajea sus testículos con el dedo gordo o la planta de los pies; luego, acoge su pene con ellos como si fueran tu mano y mastúrbalo.
La otra opción es que él se los folle. En este caso, junta los arcos de las plantas hasta simular un orificio estrecho como el de una vagina.
Cómo masturbar con los pies a una mujer
Acaricia su vulva con la planta del pie, juega con sus labios, traza círculos con el dedo gordo en su clítoris, fóllatela con él.
Deseo, imaginación y los pies de tu amante. ¿Acaso necesitas más?