La Academia para Mentes Perversas de Brenda B. Lennox se complace en anunciar un nuevo curso: Cómo realizar la Técnica del Vacío. Algunas personas la denominan también «El beso de la muerte», pero no acaba de convencerme. Cinéfila como soy, me recuerda a la película Kiss of Death, de Henry Hathaway, y la mítica escena de las escaleras con Richard Widmark… De todos modos, la llamemos como la llamemos es una técnica sublime que provoca unos orgasmos muy fuertes.
¿Estáis preparados para volver loco a vuestro amante? ¿Sí? Pues pongamos manos boca a la obra.
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La técnica del vacío consiste, como su nombre indica, en crear un vacío en los genitales al chuparlos con fuerza con los labios. Esta succión incrementa el riego sanguíneo, provocando que la zona se hinche, se sensibilice y el orgasmo sea más intenso. Las bombas de clítoris y las, así llamadas, «bombas penianas» están diseñadas para provocar este efecto, aunque deben ser utilizadas con cuidado porque pueden llegar a causar la rotura de vasos sanguíneos (ni se te ocurra probar con una aspiradora como en Scary Movie, que te veo venir).
Para aprender a aplicar la presión y la succión adecuadas, practica chupando tu dedo o tu antebrazo. Una vez que las domines, prueba a mover la lengua lamiendo la carne; si combinas ambas cosas cuando estés practicando la Técnica del Vacío, tu amante enloquecerá.
Técnica del vacío en la vulva
Los labios vaginales, tanto los mayores como los menores, cuentan con muchas terminaciones nerviosas. Puedes chupar solo uno de ellos o meterte toda la vulva en la boca. Aspira hasta apresar la carne y luego chupa rítmicamente. Será más sencillo si está depilada, pero ya sabes… a gusto del consumidor.
Si los labios vaginales tienen cientos de terminaciones nerviosas, la cabeza o glande del clítoris se lleva la palma: 8.000. Pero no debes centrarte en la superficie visible, el cuerpo del clítoris y su tallo se ramifican en el interior y superan en conjunto los 10 centímetros. Apresa con los labios la carne que rodea al glande, séllalos y chupa. Notarás cómo se hincha a medida que succionas. El placer será indescriptible. Puedes chupar solo la cabeza del clítoris, pero no demasiado tiempo; como te he dicho, es muy sensible y si te excedes, puede dolerle por la sobreexcitación.
Técnica del vacío en el pene
El glande es la zona más erógena del pene junto con el frenillo. No debes excederte con la succión para no provocarle dolor. Es mejor que te introduzcas el pene en la boca todo lo que puedas, selles con los labios y mames hasta provocar vacío. Luego, chupa rítmicamente mientras intensificas la succión.
No podemos obviar otras partes de los genitales masculinos: los testículos y el rafe. Apresa un testículo con la boca, haz vacío y chupa. Haz lo mismo en el rafe, es decir, la zona que se encuentra entre los testículos y el ano. En ella hay una pequeña hendidura, reflejo de su Punto P. Lame antes para relajarla y luego, chupa; puedes llevarle al orgasmo.
Últimos consejos
Esta técnica también puede realizarse en el ano. Algunos recomiendan también en la entrada de la vagina, pero tanto en una zona como en otra, ten especial cuidado para no excederte con el vacío.
Nunca, repito, NUNCA soples. Si lo haces en el orificio del glande, aparte de ser desagradable, puedes provocarle una infección; y si lo haces en la vagina, una embolia gaseosa.
Sobra decir que con el sexo oral puedes contraer Enfermedades de Transmisión Sexual. Si no es tu pareja, usa preservativo y barreras bucales. Si los utilizas, sujétalos con la mano para evitar aspirarlos, corres el riesgo de ahogarte.
Ten cuidado con la succión; si le duele, para. Ya te he dicho que puedes provocar la ruptura de vasos sanguíneos.
Combina esta técnica con otras: mientras chupas, lame, penetra con el dedo o un juguete sexual la vagina o el ano, acaricia la piel. Vuelve loco a tu amante.