«¡Mi novio viene de repente a mi casa! ¿Qué hago? Solo hay ingredientes sobrantes en la nevera y condones». ¡Cada doncella enamorada experimenta esta situación al menos una vez! Por eso, hemos creado una colección de recetas de preservativos que convierten esa mala situación en una oportunidad. ¡Probemos a cocinar fácilmente usando condones, que siempre están disponibles en todos los hogares!
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Arroz con condón que quieres hacer
Esta pavorosa escena (también aplicable a solteros con pelo en pecho) y su solución práctica forman parte de la introducción de Tsukette-agetai Condōmu Gohan o Arroz con condón que quieres hacer (vaya usted a saber por qué algunos lo traducen como Comidas de condones que quiero cocinar para ti), un recetario escrito por Kyosuke Kagami, bajo la supervisión de Yuka Haruno, investigadora culinaria.
Como su nombre indica, el libro (autopublicado en 2014) contiene 11 recetas culinarias (ilustradas con fotografías de Kota Fukakawa) de carne, pescado, frutas y otros ingredientes, con un preservativo como recipiente principal.
De la mano de los autores, podemos aprender a preparar delicias como Condón relleno de carne (no me da el artículo para todos los chistes que se me ocurren), Sushi y Helado de chocolate.
«Utilizar como envoltura», aclaran; nada de comerse el preservativo como la piel de los chorizos y el fuet. Hay que lavarlos bien antes de utilizarlos y no comérselos luego, insisto, que los condones actuales no están fabricados con tripa de cerdo como antiguamente.
¡Están locos estos japoneses!
Kyosuke Kagami, escritor japonés, diseñador de videojuegos y mangaka (con un humor tan gamberro como el de Gō Nagai ), afirma que autopublicó Tsukette-agetai Condōmu Gohan o Arroz con condón que quieres hacer como una broma entre amigos. Una broma que se le fue de las manos, porque apenas unos días después, las redes sociales japonesas ardían en comentarios negativos, que cesaron cuando Yuka Haruno lanzó un comunicado oficial en el que explicaba que la idea del recetario había partido de una estadística oficial: Japón era el antepenúltimo país en usar preservativos, por lo que las tasas de infecciones de transmisión sexual y abortos eran muy altas. Así que pensaron que este recetario era una magnífica herramienta para introducir los condones en todos los hogares, concienciar sobre su uso y, de paso, aumentar su atractivo como producto versátil, dada su «elasticidad y durabilidad como herramientas y recipientes para cocinar».
Pero en vez de clarificar el asunto, la nota de prensa de la investigadora culinaria lo emborronó más, ya que frases de la introducción del libro como «Los condones son el tercer utensilio de cocina más popular después de ollas y sartenes» eran un ejemplo claro del humor grotesco y surrealista de algunos mangakas, y las instrucciones no eran tan fáciles ni exactas como se debía esperar de un recetario serio. «Ideamos este libro de recetas con la intención de que las personas conozcan las posibilidades de los preservativos como alimento»; no se lo cree ni ella.
Si algunos japoneses no entendieron nada, imaginad los occidentales. Pronto comenzaron a proliferar artículos en los que se reían de la arraigada costumbre japonesa de utilizar condones para hacer shushi. Pues qué queréis que os diga, a mí me parece que tiene mucho potencial para la cocina fusión. ¿Qué no! ¡Agárrame el cubata!
Cocina fusión con preservativos de sabores
Por si no lo sabías, los condones de sabores son todo un mundo: fresa, coco, frutos del bosque, fresas con nata, bizcocho de arándanos, café, chocolate a la taza, caipirinha… ¿Y si en vez de arriesgarnos a que el gusto a látex contamine un exquisito manjar, aprovechamos los sabores existentes para aportar matices a la receta? Si hay mermelada para Ricky Martin, ¿por qué los simples mortales no podemos experimentar con aromas y texturas como melón y salchicha? ¡A qué sí! Eso mismo pensaba yo.
Y es que las posibilidades son infinitas. Imagina. Galletas elaboradas con un preservativo de naranja; el parfait de frutas, con un toque de plátano; el helado de chocolate, con uno de armagnac; la carne picada, con uno de ajo del restaurante The Stinking Rose… ¡mejor aún!, con uno de panceta de J & D’s Foods; ¿acaso no lo publicitaron con el eslogan «Que tu carne luzca como carne»?
Yo a esto le veo un potencial… La pena es que no entiendo ni papa de japonés y el libro, que todavía se vende en Amazon a un módico precio, solo está en ese idioma.
Así que desde esta humilde tribuna que me proporciona Volonté, lanzo dos peticiones: que alguno de vosotros me lo traduzca y que LELO saque un preservativo con sabor a sofrito, base de la cocina española por excelencia. Porque vale que el LELO HEX sea una maravilla de preservativo, gracias a su estructura de células hexagonal única, su látex ultrafino como un pétalo de capullito de alhelí y blablablabla, pero como decía Javier Krahe, no todo va a ser follar.