Reza un dicho popular que «En casa del herrero, cuchillo de palo» y, a menudo, como sexóloga, me encuentro a mí misma recomendando productos o prácticas que no siempre soy capaz de llevar a cabo yo misma. Un claro ejemplo de esto son las bolas chinas (que, por cierto, en contra de lo que su nombre coloquial indica, son originarias de Japón).
Aunque tenía unas desde hace años, a las que les di bastante uso en su momento con la emoción de la novedad, debo confesar que llevaban ya demasiado tiempo guardadas en el armario. Y por eso he querido aprovechar la oportunidad de probar las mejores bolas chinas que he encontrado y ponerme de nuevo al día con mi «entrenamiento vaginal».
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LELO Beads Plus
Entrenamiento progresivo
Lo cierto es que entrenar con mis antiguas bolas chinas, después de un tiempo y a pesar de algunas mejoras, se me había vuelto ya algo rutinario y, por eso, una de las cosas que más positivamente he valorado de LELO Beads Plus es el hecho de poder cambiar los pesos para adaptarlas a mis progresos y no sentir que me he estancado, tras unas pocas semanas de uso. Imaginad que, después de un tiempo yendo al gimnasio, cuando sentís que ya habéis progresado lo suficiente, no se os permitiera incrementar el nivel de ejercicio ni cambiar la forma de entrenar. Como podéis suponer, la motivación para continuar sería más difícil de mantener. Pues esto mismo es aplicable a las bolas chinas y, por eso, considero que es una buena inversión escoger unas que nos permitan avanzar y seguir mejorando si somos capaces de desarrollar una buena rutina.
Con solo abrir la caja de las LELO Beads Plus y sostener las bolas en la palma de la mano, se puede apreciar la diferencia de peso de las distintas esferas. Las de color rosa clarito son las más ligeras (28 gramos), después nos encontramos con las de color azul celeste (37 gramos) y por último las moradas (60 gramos) para las más expertas en entrenamiento pélvico.
Es importante tener en cuenta que, para elegir unas bolas chinas adecuadas a nuestras necesidades, lo más relevante no es el tamaño, sino el peso. Y, por supuesto, los materiales con los que están fabricadas. Las LELO Beads son suaves y fáciles de intercambiar. No obstante, siempre es recomendable usarlas con un poco de lubricante a base de agua. La forma más sencilla de entender su uso es como si se tratase de un gimnasio para nuestro suelo pélvico (aunque también pueda dársele uso en diferentes juegos sexuales, como explicaré más adelante).
Mientras escribo estas líneas, y aunque llevo ya varias semanas entrenando con las LELO Beads Plus, no he llegado más allá de las esferas azules y recomiendo a cualquiera que me lea tomárselo también con calma. El objetivo a largo plazo no debería ser avanzar muy rápido en el entrenamiento, sino crear una buena rutina y acostumbrarnos poco a poco a su uso, aunque no necesariamente tengamos que dedicarles demasiado tiempo ni hacerlo a diario. Ya sabéis, la metáfora del gimnasio: es más positivo ir a menudo y progresar a nuestro ritmo, que darnos una paliza los primeros días y no volver nunca más por culpa de las agujetas.
Aprovecho también para recordar que, aunque las bolas chinas las puede usar en principio cualquiera que quiera tonificar su suelo pélvico, cuando hablamos de personas con patologías, dificultades sexuales o molestias, es siempre recomendable ponerse en manos de un profesional para que nos oriente y nos enseñe el uso correcto de las bolas chinas. En este caso, se debería acudir a un profesional de la fisioterapia con especialidad en sexología. Porque un producto que está diseñado para mejorar nuestra salud y nuestra sexualidad, en determinadas circunstancias puede ser contraproducente si no nos animamos a pedir orientación. Por todo lo demás, las bolas chinas no requieren mucho más que algo de paciencia y encontrar el momento en que nos sintamos cómodas para utilizarlas.
Esferas internas y ejercicios de Kegel
Aunque existen muchos tipos, una de las formas más sencilla de clasificar a las bolas chinas es dividirlas en aquellas que tienen esferas interiores y aquellas que no. Las LELO Beads Plus (los tres pares) cuentan con pequeñas esferas internas, lo que implica que, con el mero «esfuerzo» de llevarlas puestas y salir a andar un rato, ya estamos ejercitando en cierta medida los músculos del suelo pélvico. Con el movimiento, las bolas internas golpean las paredes de las bolas externas y provocan una leve vibración.
N. del Editor: puedes ver las esferas internas o pesos en la siguiente fotografía.
Como mis anteriores bolas chinas no tenían esta característica, es una de las diferencias que más he apreciado. Por un lado, para las personas que tenemos poco tiempo libre, es más sencillo usar las bolas chinas a la vez que hacemos otra actividad (por ejemplo, ir a la compra), que tener que buscar un hueco específico para su uso. Por otro lado, al andar, especialmente al andar a un buen ritmo, la sensación de cosquilleo que generan las bolas chinas en la vagina me resultó muy agradable. Por fin pude entender en mi propia piel por qué algunas mujeres con la vagina más sensible son capaces de excitarse e incluso sentir verdadero placer con esta rutina que, para mí, antes era solo un tipo de ejercicio saludable.
Cierto es que, si bien se pueden usar simplemente de esta manera que indico arriba, los progresos son más rápidos y los beneficios suelen ser mayores cuando realizamos activamente los llamados ejercicios de Kegel. Es como la diferencia entre salir a andar por la calle (que sí, que es saludable) o hacer un ejercicio más específico en el gimnasio, donde notaremos más y más rápidas mejoras. Ya existen muchos artículos explicando los muchos beneficios de estos ejercicios (mejor recuperación tras un parto, prevención de disfunciones, aumento de la intensidad de los orgasmos, etc.) y la manera correcta de realizarlos, así que no me voy a alargar demasiado en este punto. Sin embargo, sí me gustaría explicar que, la primera vez que usé las LELO Beads Plus, apenas unos minutos después de introducirlas, cuando empecé a contraer los músculos de la vagina, éstas se salieron repetidas veces. No tiene nada de raro que esto pase si os decidís a probar las bolas chinas, suele ser frecuente cuando la persona que las usa es joven, no ha dado a luz y tiene un suelo pélvico fuerte. Pero es una razón para empezar practicando los ejercicios de Kegel tumbada en lugar de sentada o de pie, para que las contracciones musculares no expulsen las bolas que pueden además estar resbaladizas por el lubricante.
N. del Editor: puedes visitar la página oficial de LELO Beads Plus en la web de LELO, aquí.
Uso en pareja y juegos sexuales
Como lo prometido es deuda y como suele ser costumbre, dejo la explicación sobre el uso en pareja para el final de mi reseña. Siempre digo que, aunque un producto esté diseñado con una función concreta (en este caso, relacionada con la salud sexual) la imaginación es el límite y la sexualidad siempre deja espacio para la innovación.
Uno de los primeros usos que les di a las bolas chinas que no está directamente relacionado con el suelo pélvico fue un masaje. Mi pareja suele pedirme a menudo que le rasque o le masajee la espalda (muy a menudo, en serio) y estando tumbados en la cama, sin tener yo muchas ganas de moverme o esforzarme, decidí echar mano de las bolas chinas y hacerlas rodar por su columna. Luego, por curiosidad, le pedí que hiciera lo mismo conmigo y debo reconocer que es una sensación interesante y que, aunque empezó como una broma o un momento divertido, puede tener mucho potencial en masajes eróticos y situaciones más sensuales.
Una cosa llevó a la otra y, al cabo de un rato, volvía a tener las bolas chinas puestas para experimentar sensaciones al usarlas en otras prácticas. Posiblemente mi favorita fuera combinar la masturbación de la zona del clítoris y el cunnilingus. El orgasmo se puede percibir más intenso al tener un objeto en la vagina cuando esta empieza a contraerse en la respuesta orgásmica, y las bolas chinas pueden ser una opción mejor que un dildo para esto ya que dejan más espacio y que la otra persona «maniobre».
La sensación durante el sexo anal también es interesante, aunque creo que depende mucho del ritmo que se lleve y, por supuesto, de haber realizado una adecuada dilatación para no provocar ningún daño durante la doble penetración. Pero si se localiza una cadencia adecuada de movimientos (en mi caso, no fue ni muy lento ni muy rápido), la leve vibración que desencadenan las esferas internas en la vagina aporta una estimulación extra. El hecho de compaginar penetración anal más estimulación vaginal con las LELO Beads Plus, además de los roces en el clítoris, fue la combinación definitiva.
Creo que con estas bolas chinas voy a poder crear y mantener una rutina de uso más constante. Y, por si fuera poco, me ayudarán a tener mejores orgasmos. Son todo ventajas. Desde luego, si todos los gimnasios ofrecieran orgasmos como estos, yo iría al mío con mucha más frecuencia.