Si hay dos artistas que merezcan que sus nombres estén grabados en oro en la Historia del Arte BDSM, sin duda, son los hermanos Biederer. La elegancia y calidad de sus fotografías y cortos, su variada temática fetichista (rica en FEMDOM), su cuidado por los detalles y el respeto por las reglas del BDSM, no solo rompieron los estereotipos que rodeaban a este mundo, también abrieron camino a artistas como Charles Guyette, John Willie o Irving Klaw. Por desgracia, su inmenso talento pereció entre los muros de Auschwitz-Birkenau, en manos de nazis que no les perdonaron su ascendencia judía. Aunque durante años solo se conservaron sus nombres en una lista de deportación, poco a poco, su legado ha recibido el reconocimiento que merece. Esta es su historia.
Los hermanos Biederer
Biederer Studio
Los únicos datos que se conservan sobre la infancia y adolescencia de Jacques y Charles Biederer son su nacimiento, a finales del siglo XIX (1887 y 1892, respectivamente), en el seno de una familia judía residente en Moravská Ostrava. Con 21 años, Jacques se trasladó a París, en una época en la que los supervivientes de la I Guerra Mundial se entregaban al lujo, la diversión, la extravagancia y el placer en burdeles, clubs nocturnos, teatros, cabarés y tiendas con material erótico y pornográfico, que le valieron el sobrenombre de La Ciudad del Placer.
Apasionado de la fotografía erótica, Jacques abrió el Biederer Studio, un discreto taller ubicado en el 33 boulevards du Temple (o la Rue Armand Gauthier, según otras fuentes), donde hermosas y sensuales actrices (como Lucette Desmoulins), bailarinas burlesque y prostitutas posaban para él, ligeritas de ropa o, directamente, sin ninguna.
En 1913 se le unió su hermano Charles, y juntos produjeron elegantes fotografías
eróticas de desnudos tipo «postal francesa», que pronto evolucionaron a otras enfocadas en fantasías fetichistas y BDSM (nalgadas, azotes, bondage, pony play, asfixia erótica, disciplina doméstica) en las que predominaban escenas FEMDOM con dominatrix que castigaban tanto a sumisas como a sumisos.
El cuidado en el atrezo (burlesque con elementos Art déco), el uso de ropa (corsés de cuero, botas de tacón alto, guantes de ópera de látex) y accesorios fetichistas (fustas, látigos, cinturones de castidad, cadenas, potros), sumado al conocimiento de las reglas BDSM (como el consentimiento y el aftercare) y un cierto aire de diversión juguetona entre los amantes (que rompía con el estereotipo del sadomasoquismo como un oscura y siniestra perversión) los encumbraron al éxito.
Ostra Studio o Editions Ostra
A finales de 1930, los hermanos Biederer fundaron Ostra Studio o Editions Ostra (probablemente, en homenaje a su ciudad natal, Moravská Ostrava), con el objetivo de producir otro tipo de material erótico que sería publicado en su propia editorial. Aunque algunas fotografías eran similares a las del Biederer Studio, la nueva línea de fotografía se diferenciaba en la temática (incluía juegos sexuales «vainilla» o convencionales), muchas imágenes se tomaban al aire libre (en la línea de las Stag Movies estadounidenses, lo que permitía explorar otras fantasías como el voyeurismo y sacar en escena a uno de los «actores» favoritos de Jacques, su flamante coche) y algunas escenas se fotografiaban en serie, para contar historias (romance, fantasía, humor) que serían publicadas en álbumes eróticos.
El creciente éxito de Ostra Studio también les permitió realizar trabajos fotográficos comerciales (como el catálogo de pedidos por correo de lencería y accesorios de bondage de La Lingerie Moderne, de Yva Richard), ilustraciones fotográficas para libros eróticos y cortos eróticos.
Cinema Polisson fetichista
Jacques y Charles Biederer también produjeron películas eróticas o Cinema polisson, si bien, a diferencia de los hermanos Pathé, primeros productores de cine erótico a través de Société Pathé Frères (Pathé Brothers Company), las de los hermanos Biederer mostraban escenas BDSM con las mismas características que sus fotografías y en las que empleaban los mismos actores, decorados y accesorios que en sus sesiones fotográficas (de hecho, también tomaban fotografías durante los rodajes, adelantándose en su tiempo a pornógrafos como Irving Klaw).
Aunque se cree que su producción cinematográfica fue más amplia, en la actualidad solo se conservan estas tres cintas : Dressage au Fouet o Educar con el látigo (1935), en la que una ama disciplina con una fusta a su sumisa (y aparece de manera fugaz uno de los hermanos Biederer tomando fotografías de la escena); Sous Les Caresses du Martinet o Bajo las caricias del Martinet (1935), un juego sadomasoquista inocente, dulce y alegre entre dos mujeres (con marcas de azotes visibles en la piel y aftercare incluido); y La Vase Brise o El jarrón roto (1935), donde una sirvienta torpe recibe una sesión de nalgadas a manos de la señora de la casa.
Muerte y legado de los hermanos Biederer
Por desgracia, el 1 de septiembre de 1939 estalló la II Guerra Mundial y el 14 de junio de 1940, las fuerzas de la Alemania nazi invadieron París. Durante los cuatro años de ocupación, los nazis prohibieron y destruyeron todo material erótico y pornográfico que cayó en sus manos, y comenzaron una persecución de los pornógrafos que, en el caso de los hermanos Biederer, fue fatal, pues debido a su ascendencia judía, fueron arrestados, trasladados a un campo de transporte en Pithiviers (a 80 km de París) y luego deportados a Auschwitz-Birkenau: Charles, en el transporte 4, el 25 de junio de 1942; Jacques, en el transporte 6, el 17 de julio de 1942. Cuando les preguntaron su profesión, ambos contestaron «fotógrafos». Ninguno sobrevivió.
Aunque el grueso de su producción tampoco (sus estudios fueron destruidos durante la ocupación), especialistas y admiradores de su obra han encontrado parte del material fotográfico (gracias a sus firmas y logotipos distintivos) e identificado otro por sus características (temática, modelos, atrezo, ropa y accesorios), y lo difunden en webs, revistas y libros especializados.
En cuanto a sus rollos fetichistas, los tres existentes han sido conservados por Les Archives d’ Eros de Editions Astarte, Internet Archive y editados en varias colecciones de cortos eróticos de los años 30 y 40, como Vintage Erotica. Un homenaje póstumo que ha permitido que Jacques y Charles Biederer no sigan siendo dos nombres en una lista de deportación nazi.
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