Empotrar o ser empotrada, esa es la cuestión. ¿Cuál es más placentera acción del alma, desear lanzar los empellones penetrantes de la lascivia más atávica u oponer los brazos a ese torrente de visceralidad con la resistencia que otorgue el apremio del orgasmo? Amar es penetrar… y ser penetrad@s por sentimientos. Pero hoy voy a hablar de El Empotrador como una forma fabulosa para descargar adrenalina en pareja. Tanto si estás pensando en coito vaginal como si tu mente visualiza rápidamente sexo anal, El Empotrador es más que una postura quitapenas, la consecuencia de un entendimiento total en pareja. Dicho de otro modo, es un aquí te pillo aquí te lo hago todo con el que sonreír, reír y abrazarse tras el orgasmo. ¿Más detalles? Sigue leyendo…
Postura sexual: El Empotrador
Ya hablé de esta postura en Fitness y sexo: 5 posturas para l@s que están en forma, donde comentaba que las embestidas deberían ser más suaves en caso de alargar el coito o tener sexo anal. Y, sobre todo, que la posición se ofrece a la masturbación femenina simultánea con gentileza. Y si la estimulación del clítoris es sencilla, aún más lo es la masturbación masculina si él fuera el empotrado.
Que el dilema se resuelva con pegging o no, la verdadera cuestión es el dónde. O, mejor dicho, dónde será más cómoda. Y esto es muy sencillo: allá donde quien va a ser empotrad@ pueda reposar los brazos, apoyar los codos y, de este modo, liberar un poco de tensión a su espalda, además de mejorar el ángulo de penetración. De ahí el famoso refrán, «A quien buena encimera se posa, buen empotrador le cobija».
Ahora más en serio, disfruta mucho del sexo.
PD. Y usa los mejores condones.