Sexo

Juegos eróticos que has de saber… para no perder el flow con tu pareja

Te preguntas por qué ya no sientes lo mismo que cuando os mandabais aquellos mensajes en los que le pedías que te hiciese esto o lo otro. A veces te cuestionas si el sexo en pareja era mejor antes o se ha convertido en una falacia para seguir mostrando tu novi@ a tus amig@s o para mantener la imagen de tu matrimonio intacta. Si has llegado a este punto, está claro que falta algo en el menú: felaciones, cunnilingus, masturbaciones compartidas, sexo anal… u otras perversiones sado que añoras (¡o que nunca tuviste!). Y te preguntas, ¿cómo he llegado a esta situación?

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¡Has perdido el flow! Tienes que renovar tu repertorio sexual inminentemente y aquí estoy yo para ayudarte. Coge el sombrero y el látigo de Indiana Jones y sal a la búsqueda de los juegos eróticos básicos (los pervertidos vendrán en una segunda entrega, que ya tienes al final de este mismo artículo) para recuperar el gusto por el sexo perdido.

#5 Juegos para adict@s al móvil

Asumo que tienes una complicidad total con tu pareja. Sabes que aunque os dejéis, no vais a caer en las típicas puñaladas traperas. Así que, como no necesitas un reinicio a prueba de fallos, cierra todas las aplicaciones de golpe y sumérgete en el sutil envío de fotografías de tu órgano sexual, pechos o nalgas dispuestos para la acción. Solo tienes que incluir un moderado y elegante (nunca pierdas la elegancia) retrato de tus partes pudendas con un mensaje que incite a la consecución de los placeres olvidados: «¿Recuerdas aquellos cachetes? Hoy serán ¡latigazos de pasión!». (Fotografía adjunta del trasero).

#4 Parejas que no saben hablar sobre sexo

Si estás en ese tipo de relación en la que hablar de sexo es tabú, mi primera recomendación es que sientes a tu pareja y os pongáis a hablar de ello. ¿Qué mejor forma de soltarse que a través del juego? Te propongo variaciones de clásicos como el strip póker o los dados. Compra un par de cervezas, saca la baraja de cartas y echad un Texas HoldEm apostando vuestras prendas y confesiones. ¿Confesiones? Sí, esto trata de comunicarse de la manera más desinhibida posible; si ganas la mano, no solo te llevas la ropa que se haya apostado, sino que tu pareja tendrá que decirte qué es lo que más le excita cuando la masturbas, le provees sexo oral, etc. Y, cuando uno de los dos esté completamente desnud@, la apuesta puede subir de tono en función de lo que te apetezca recibir… Sabes por dónde voy, ¿no?

¿No sabes jugar al póker o no conoces juegos de dados? Cuelga la ropa en el armario y saca el Twister para practicar posturas sexuales, mientras pasáis un buen rato. Pero si tu idea de diversión es más intelectual, ¿por qué no juegas un Trivial donde cada quesito implique una acción erótica?

#3 Ideas divertidas para amantes traviesos

Uno de los juegos eróticos más interesantes es llevar a cabo un role-playing; es decir, disfrazarse y actuar conforme al uniforme elegido. Además, caben todos los gustos: desde clasicazos como el de enfermera-paciente o periodista y director de cine porno hasta ideas más originales, como vestirse con comida y dejar una nota a tu pareja en la que se explique cómo degustar el menú.

#2 Juegos eróticos más allá de las fantasías sexuales

Podemos estirar un poco más los límites del role-playing, cambiando nuestras prendas y adoptando la actitud que habitualmente tenga tu pareja contigo. Fijad un tiempo mínimo en el que deberéis convivir con vuestros ‘espejos’ y no solo pasaréis un rato divertido, sino que aprenderéis cómo es percibido vuestro reflejo sensual.

#1 Ideas para artistas y amantes del arte

Personalmente, no me resulta muy excitante aquello del body painting, aunque reconozco que para los amantes de las artes pictóricas, combinar colores o dibujar sobre los cuerpos de sus novi@s debe ser un juego de lo más deseable.

Por mi parte, me decanto por la lectura. ¿Cómo? ¿Jugar mientras se lee? Pues sí, como bien sabía Shakespeare, el veneno más potente es el que entra por el oído… Si te excitan la voz de tu pareja y su dicción, escribe una situación sexual que tengáis que materializar en algún momento. O sencillamente, dile que te lea un relato erótico que después tengáis que llevar a la práctica. O, simplemente, deja que su voz te envenene y volveros locos en el calor de la pasión.