Desde 2005, todos los 17 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Hipertensión Arterial con la intención de prevenir, diagnosticar y controlar esta enfermedad. Dicha fecha se enmarca bajo el lema «Conozca sus cifras de presión arterial», ya que muy pocas personas saben cuál es su tensión en estado normal.
Según la Organización Mundial de la Salud, uno de cada tres adultos tiene hipertensión, aunque alrededor del 50% no lo sabe. Esta es la causa principal de enfermedades cardiovasculares, especialmente enfermedad coronaria y cerebrovascular, por lo que controlar la tensión arterial significa reducir el riesgo.
Podríamos pensar que la hipertensión y el sexo no tienen nada que ver, pero lo cierto es que la realidad muestra que en muchos casos existe una disminución de la satisfacción sexual. ¿Cómo afecta la hipertensión arterial a la sexualidad de quien la padece?
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¿Qué es la hipertensión arterial?
La hipertensión arterial es una condición o estado donde la persona presenta una presión arterial sistémica elevada que, en algunos casos, puede llegar a ser letal. De hecho, se considera consecuencia directa de la muerte de casi 10 millones de personas cada año.
Existe hipertensión arterial cuando las cifras que presentamos exceden una mínima o diastólica de 90 mmHg y una máxima o sistólica de 140 mmHg.
Se considera un enemigo silencioso ya que sólo cuando se tiene muy elevada es cuando se notan algunos síntomas como dolor de cabeza, náuseas, mareos, cansancio, hormigueo en las extremidades…
En cuanto a los factores de riesgo, se relacionan principalmente los siguientes: edad, obesidad, estrés, cambios hormonales, mala alimentación con exceso de sal, tabaquismo y consumo habitual de alcohol, así como una vida sedentaria sin ningún tipo de actividad física.
Alrededor del 40% de la población adulta española es hipertensa, siendo más habitual en hombres que en mujeres, y suele venir acompañada de otras enfermedades como la diabetes.
¿Cómo se relaciona la hipertensión arterial con la sexualidad?
En general, la presión arterial alta sostenida en el tiempo puede dar lugar a problemas de erección, disminución del deseo sexual o dificultades para alcanzar el orgasmo, ya que está muy ligada a la función sexual. Esto se debe fundamentalmente al aumento de la presión a la que circula la sangre por nuestras arterias, al disminuir el tamaño de estas.
Si el sistema circulatorio arterial está alterado, el llenado de los cuerpos cavernosos en la excitación no sucederá adecuadamente, pues se produce una obturación de los canales arteriales por los que circula el flujo sanguíneo. Debido a este estrechamiento se dificulta la irrigación por el torrente sanguíneo, algo fundamental para una actividad sexual adecuada. De manera que la reducción del flujo de los vasos sanguíneos, tanto del pene como del clítoris, puede generar una disminución del deseo y la excitación.
Por otra parte, es necesario tener en cuenta que algunos tratamientos para la hipertensión arterial también afectan a la actividad sexual, por lo que ante cualquier problema se deben valorar las opciones con el médico.
Además, puede haber una pérdida de interés por el sexo si la afección contribuye a la fatiga.
¿Qué efectos provoca la hipertensión en hombres y mujeres?
En el varón lo más habitual es que pueda presentarse dificultad para alcanzar la erección, debido al descenso de la presión de los cuerpos cavernosos y el daño vascular generado por la hipertensión arterial. El pene está formado en su mayor parte por cuerpos cavernosos que, al llenarse de sangre, dan lugar a la erección. Cuando esto no sucede correctamente la erección no se mantiene.
Aquí es importante saber que algunos medicamentos indicados para la disfunción eréctil (tipo Viagra o Cialis) pueden ser peligrosos en casos de presión arterial alta cuando existen otras enfermedades concomitantes como la angina de pecho, por lo que no se deben usar sin consultar primero con el médico.
Los varones con hipertensión también pueden presentar problemas en la eyaculación y falta de deseo sexual.
En el caso de las mujeres, no está del todo claro cómo la presión arterial alta interfiere en la sexualidad, pero es posible que la reducción del flujo sanguíneo conlleve una disminución del óxido nítrico (sustancia química que ayuda a relajar los músculos lisos), dando lugar a una disminución de la excitación, sequedad vaginal y dificultad para alcanzar el orgasmo.
¿Las relaciones sexuales son buenas para mejorar la hipertensión?
Sabemos que tanto la prevención como el tratamiento de la hipertensión pasan por llevar una vida con unos hábitos saludables, como cuidar nuestra alimentación e incrementar la actividad física. Por ello, es de esperar que las relaciones sexuales habituales puedan ser beneficiosas para la hipertensión, ya que la actividad sexual es un buen ejercicio para el corazón.
En cualquier caso, es fundamental saber que una vida sexual satisfactoria es posible más allá de la hipertensión arterial y que para ello debemos empezar por hablar con nuestro médico y buscar la ayuda que sea necesaria para afrontar los problemas que nos surjan en este sentido.