Bienestar sexual

Lo que nunca te han contado sobre el sexo lésbico (II)

Volvemos a estar por aquí, la ginecóloga Rocío de Sisters Wisdom y yo para continuar con lo que empezamos la semana pasada: ¿qué es lo que nunca te han contado sobre el sexo lésbico?

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Bienestar sexual

En esta ocasión nos vamos a centrar, sobre todo, en la experiencia a la hora de acudir al ginecólogo y, muy relacionado con ello, la salud sexual y cómo prevenir las ITS y las ETS. Para entendernos, las ITS son las Infecciones de Transmisión Sexual y las ETS las Enfermedades de Transmisión Sexual.

Las visitas al ginecólogo/a

Lo primero es lo primero: estar informadas. Y aunque este artículo tiene ese objetivo, también deberías contar con un ginecólogo o ginecóloga que, además de hacerte las revisiones pertinentes, te asesorase. Sin embargo, hay una cierta reticencia, en general, por parte de las mujeres lesbianas hacia ir al ginecólogo. A la espera de tener más participantes en otro sondeo, de momento, parece que la gran mayoría de las mujeres lesbianas tienen el mismo problema con el ginecólogo. A partir de una pequeña encuesta que hice en Twitter, he podido averiguar que el 81% de las encuestadas sostiene que su ginecólogo no ha sabido informar, en lo que a ITS y ETS se refiere, al tratarse de ser una mujer lesbiana. Entre algunas experiencias de seguidoras de Instagram, me cuentan que “Cuando le dije que era lesbiana me trató con demasiado cuidado, como si mi vagina fuese de papel y no hubiese sido tocada nunca. Y algo de condescendencia”.

Aun así, Rocío asegura que «las lesbianas han estado tradicionalmente invisibilizadas en el ginecólogo, aunque hoy en día está mejorando y cada vez se incluyen más en los estudios y en las guías clínicas. Dar con un ginecólogo/a que esté familiarizado con las prácticas sexuales de mujeres lesbianas y bisexuales es cuestión de suerte. Yo comenzaría hablando abiertamente con el profesional sobre el tema y normalmente lo que no sepan lo buscarán». No sé tú, pero yo me quedo más tranquila.

También nos cuenta que es fácil encontrar guías que hablen sobre salud sexual como, por ejemplo, la que ha redactado la Fundación Triángulo Coslada y San Fernando de Henares y que puedes consultar aquí.

ETS entre parejas de chicas: ¿verdad o mito?

La realidad es que hay pocos estudios acerca de las ETS en parejas formadas por mujeres. Lo que sí nos cuentan es que «las mujeres homosexuales están expuestas a ITS tales como vaginosis, tricomonas, VIH, hepatitis, VPH… Y aunque en aquellas más graves (VIH, sífilis…) es más difícil, la transmisión sigue siendo posible». Hay que tener presente que, aunque aparezcan con menor frecuencia, no nos libramos de ellas: esas enfermedades siguen estando ahí.

Según Rocío, debemos seguir tres recomendaciones para velar por nuestra salud sexual. La primera: «vacunación correcta: hepatitis y virus de papiloma humano». La segunda: «realizarse ambas analíticas de sangre para descartar ETS». Y, por último, «utilizar protección en relaciones de riesgo». Esta última nos llevará al siguiente punto…

¿Y qué ocurre en el sexo?

Las precauciones que quieras tomar, muchas o pocas, dependen exclusivamente de ti. El sexo tiene riesgos, como ya hemos visto, y hay formas de prevenirlos que pueden no ser tan glamurosas. En este sentido, falta visibilidad: poco se habla de la barrera y mucho menos se ve en las series, películas o literatura.

Una de nuestras prácticas favoritas, el cunnilingus, puede causar infecciones. Para protegernos, lo mejor es utilizar una barrera, que Rocío nos ha aclarado que también se conoce como dental-dam. Se trata de un pedazo de látex que se coloca en la vulva durante el sexo oral. Son de un solo uso y puedes encontrarlos en las tiendas eróticas. En caso de apuro, puedes crear una barrera con un condón, aunque la primera opción es la ideal. En este enlace puedes ver mejor cómo colocar una barrera o dental-dam.

Lo mismo ocurriría en la penetración con los dedos (recuerda que en el artículo anterior hablamos de cómo llevar las uñas para que fuera lo más seguro posible). Rocío recomienda «guantes para la penetración si hay alguna herida o se está menstruando», ya que durante la menstruación, al haber sangre, es más probable que se produzcan infecciones. Si los guantes te resultan incómodos, puedes probar con dediles.

Si usáis juguetes, habría que utilizar un condón distinto para cada una y los productos no deberían intercambiarse. En el caso de que se trate de masajeadores externos (como LILY 2 o SIRI 2), se puede utilizar la barrera.

¿Qué te ha parecido lo que nos ha contado hoy Rocío? Sus respuestas me han ayudado a hacer un ejercicio de análisis de mis hábitos a la hora de tener sexo. Es importante ser consciente no solo de con quién nos acostamos, sino también de cómo. No te olvides de meter un condón o una barrera en el bolso, quién sabe cuándo la podrías necesitar…

En otras entregas, puedes leer sobre:

  1. Depilación, uñas y regla en Lo que nunca te han contado sobre el sexo lésbico I
  2. Squirting, lubricación y geles íntimos en Lo que nunca te han contado sobre el sexo lésbico III

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