Consejos sexuales

Tengo 50 años y mi marido no me toca

Hay parejas que se quieren y están juntas durante muchos años, pero se les muere el amor ¡y el sexo!, de no usarlos. Porque el deseo erótico (igual que el amor) es como el fuego, si no se cuida y se aviva, termina apagándose.

¿Qué pasa si después de muchos años uno de los dos ya no siente deseo sexual por su pareja? ¿Se puede volver a desear? ¿Y si encima quien no siente apetito sexual es el hombre? Sí, eso también sucede, no solo las mujeres pueden perder su libido.

A continuación, te cuento cómo una pareja, acudiendo a terapia, consiguió solucionarlo.

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Consejos sexuales

Tengo 50 años y mi marido no me toca

Cuando él no tiene apetito sexual

Recuerdo aquel día como si fuera ayer, cuando ambos (pareja heterosexual en torno a los 50 años) entraron por la puerta de mi consulta y se sentaron uno al lado del otro como si existiera un muro invisible entre los dos.

Ella se mostraba enfadada y decidida: si no cambiaban las cosas prefería separarse, no estaba dispuesta a desperdiciar lo que le restaba de vida con un hombre que no la tocara, que no la deseara.

Él, triste y con un profundo sentimiento de culpabilidad, no entendía qué le pasaba, hacía tiempo que el sexo carecía de interés.

Cuando es el hombre quien siente bajo o nulo deseo erótico hacia su pareja, el problema se agrava debido a los estereotipos machistas que implican que los hombres siempre deben estar dispuestos para el sexo. Y esto es como una losa pesada en la autoestima del varón que lo experimenta: se siente menos hombre porque se supone que “no está cumpliendo con su deber como macho”.

Por su parte, ella también puede experimentar pérdida de autoestima, que viene derivada del pensamiento de que su pareja no la desea porque ha perdido su atractivo.

Reavivando el fuego

A pesar de encontrarse en una situación límite y de haber recurrido a terapia como última opción, una cosa estaba clara: ambos se querían y deseaban solucionar su problema para seguir juntos y poder ser felices.

La terapia los animó a volver a sus inicios, cuando se cuidaban los pequeños detalles, los momentos de intimidad, las caricias, los besos… Se eliminó la obligación del coito de la ecuación y se añadieron sesiones de masajes sensuales, que debían disfrutar dándose el uno al otro.

Descubrieron juntos una nueva erótica más allá de los genitales, más global y satisfactoria, que sirvió de chispa para reavivar el deseo sexual del hombre.

Con cada nueva sesión, parecía que aquel muro invisible que los separaba comenzaba a romperse, y que una nueva conexión sexual estaba surgiendo de entre las cenizas. Hasta que llegó el día en que no hizo falta más ayuda pues estaban preparados para seguir volando por ellos mismos.

Llegaron cogidos de la mano, radiantes, como nunca los había visto. Nunca olvidaré las palabras de ella al despedirse: “gracias por devolverme a mi marido”.

¿Qué hacer cuando un miembro de la pareja pierde el apetito sexual?

A menudo, en parejas de largo recorrido, el deseo erótico de uno o ambos miembros de la pareja se ve reducido. En algunos casos, hasta tal punto que puede crear conflictos entre los dos. Cuando existe una discordancia importante en el apetito sexual de una pareja, es necesario tener en cuenta algunas cosas:

  • El deseo sexual no surge de la nada. Al comienzo de la relación es fácil tener muchas ganas, pero con el tiempo es normal que la libido disminuya, y no podemos esperar que el apetito sexual reaparezca mágicamente, sin estimular nuestros sentidos. Es decir, debemos usar recursos para erotizarnos como, por ejemplo, la literatura erótica. No olvidemos que la mente es nuestro mayor aliado en el sexo.
  • Esforzarnos sí, forzarnos no. Esto significa que a veces puede que no nos apetezca inicialmente mantener una relación sexual, pero con un poco de juego y caricias las ganas se pueden ir despertando. Uno de los recursos principales en este sentido son los masajes eróticos en pareja.
  • Buscar y planear los momentos de intimidad. No debemos esperar siempre que surja el momento adecuado para las relaciones sexuales ya que a veces, por un motivo u otro, esa oportunidad nunca llega. Por ello, es mejor planear entre los dos cuándo es una buena oportunidad; cuidar el ambiente, elegir los detalles; si queremos usar algún producto erótico, como un lubricante o algún juguete sexual. Y hacer que el sexo se convierta en un premio para ambos, más que en una obligación.
  • Y, por último, no olvidar que si la falta de apetito sexual está creando problemas en la pareja, antes de que esto vaya a más y pueda terminar con la relación, siempre se puede acudir a terapia de pareja para solucionarlo.

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