¿Tienes algún conocido que sea sex swinger? ¿No sabes qué es eso de las parejas liberales? Quizás nunca has oído hablar de ello o probablemente has recibido mala información del tipo: «el swinging solo existe en películas como Eyes Wide Shut»; «solo los ricos pueden ser swingers»; «el intercambio de parejas aboca al fracaso de las relaciones»; o incluso, «esas cosas las hacen matrimonios que quieren experimentar con travestis». Pues bien, esas excusas se encuentran muy lejos de la realidad y son consecuencia de la falta de conocimiento sobre este mundo. Está claro que tampoco es culpa del que lo ignora ya que los swingers son personas muy reservadas, con gran aprecio por su vida íntima. ¿Quieres saber en qué consiste el swinging?
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Dejémoslo claro desde el principio: el swinging es una práctica por la que los contactos sexuales se realizan, en mayor o menor grado, de unas formas u otras, en casi cualquier país por heterosexuales y homosexuales; por parejas de cualquier clase social; y en cuyas reuniones, fiestas o clubs (con o sin travestis) se fortalecen –normalmente– los lazos entre los individuos que constituyen una relación.
Te preguntarás: ¿Cómo puedo fortalecer mi relación si mi pareja está haciéndolo con otra persona en mis narices?
Vamos a asumir que tu par y tú habéis tenido esa conversación en la que expresasteis vuestro común interés por materializar fantasías con terceros. ¡Felicidades!, esa es generalmente la parte más difícil. Además, esos imaginarios en los que se encuentran «otros» no tienen por qué conllevar que aquellos estén realizando el acto sexual con «nuestros» amantes, sino simplemente puede que nos estén mirando (¡o nosotros viendo lo que hacen ellos!).
Si tu pareja y tú habéis acordado que es algo que queréis explorar juntos, el swinging será una manera valiente y estimulante de revitalizar vuestra vida amorosa. Pero como también es difícil de iniciar, te ofrecemos algunos consejos y sugerencias básicas para convertirte en swinger: ¿quieres saber dónde ir, cómo comportarte o qué esperar del swinging?
Dónde empezar a ser un swinger
Internet es la herramienta para comenzar tu aventura como swinger. Muchas de las parejas experimentadas son realmente cautelosas y no dejan que nadie sepa sobre su estilo de vida, así que puede ser muy difícil encontrarse con otros swingers de modo normal. De hecho, tus mejores amigos podrían serlo y nunca lo descubrirías. Entonces, ¿por dónde empiezo?
Hay montones de webs fiables que puedes explorar, foros swingers, clubes y reuniones por localidad en los que encontrar parejas liberales. Configurad cuentas conjuntas en distintas páginas y sopesad cuál de ellas ofrece los resultados más interesantes para centraros en ella.
Antes de empezar, tenéis que seguir el siguiente consejo como algo sagrado: el swinging se basa en la confianza, y ésta es particularmente frágil en los inicios. Por lo tanto, cuando estéis configurando vuestras cuentas aseguraos de que el contenido os refleja a ambos; que los dos contribuís a partes iguales; y que, tanto el uno como el otro, puede acceder a la cuenta en cuestión. Hacerlo de forma separada solo puede generar desconfianza, debido a la posibilidad de enviar y recibir mensajes privados de otros miembros, y eso choca frontalmente contra el principio fundamental de cualquier relación en la que se practique el swinging: sinceridad total.
¿Cuál es tu fantasía?
La buena comunicación es la clave cuando tomas esta singladura. Necesitáis hablar en profundidad sobre lo que buscáis, antes de empezar a compartir experiencias: hay que estar preparad@ para oír las fantasías de tu amante, e incluso, para hacer tratos o pactar límites. Por ejemplo, si uno está obsesionado con poner a una mujer en la cama, otro podría desear que fuera un hombre o una pareja en su lugar.
De forma parecida, necesitáis mostrar vuestros niveles de perversión desde el primer momento para poner rumbo a unos u otros locales. Un club swinger o una reunión son, por regla general, muy sensuales y convencionales. Si estás buscando un club para que te den azotes o donde se practique BDSM, tendrás que emplearte más a fondo. Aunque, también es verdad que estos se pueden encontrar en la mayor parte de las grandes ciudades.
Dicho esto, ¡prepárate para evolucionar en el terreno sexual!
¿Clubes o parejas?
Ahora, te enfrentas a tomar una decisión difícil: ¿dónde empezar la práctica? Pongámonos en situación: conoces a un soltero o a una pareja en Internet con quien te gustaría quedar, pero esta es tu primera vez así que, ¿cómo llevas la conversación sobre el terreno?
En los inicios, lo más recomendable es asistir a una fiesta o a algún tipo de reunión masiva de swingers. Hay una razón muy sencilla para esto: la sensación de seguridad es fundamental. Cuando hay mucha gente alrededor es mucho más fácil comprender cómo interactúan entre ellos, y darse cuenta de que nunca existe la obligación de unirse a ninguna actividad sexual. Montones de parejas asisten a fiestas swingers simplemente para observar, y ésta es la mejor forma de aprender. También es la manera ideal de conocer a otros pares que piensan como vosotros y, probablemente, tan solo estén mirando sin participar de manera directa. Además, puede que descubras que te encanta el voyeurismo… Así fue, precisamente, la iniciación de una pareja cuya historia nos cuenta la psicóloga Laura Marcilla en Cristina, Pablo y todos los demás… – Amores anónimos.
¿Qué cosas ocurren en un club de swingers?
Las fiestas swingers varían sustancialmente de un club a otro, así que es difícil darte una idea precisa de cómo es cada una. Lo que está claro es que NO es una orgía. El swinging son pequeños grupos de personas que tienen sexo u observan cómo otros lo realizan. Normalmente, los clubes de swingers tienen muchas habitaciones y frecuentemente están decoradas con distintas temáticas, cada una con actividades y sensibilidades diferentes. Una habitación oscura donde se anima a que los extraños se toquen y jueguen sin saber quién es el receptor; otra habitación para intercambiar pareja; otra, simplemente para mirar a otros… Es difícil decir exactamente qué ocurrirá y ¡eso es solo la mitad del suspense de la noche!
Los clubes de swingers utilizan distintas señas y códigos. A veces, son pulseras para comunicar si se está disponible o si una pareja en particular está buscando integrar un hombre, una mujer u otra pareja. Algunos clubes usan pajitas de distintos colores con el mismo fin que las pulseras, pero hay otros en los que se anima a la gente a que hable para averiguar qué están buscando. En resumen, cada club elige el medio para que sus integrantes se comuniquen. De cualquier modo, si te vieses en una reunión y no supieras qué hacer, te aconsejamos que preguntes. Al fin y al cabo, los swingers son de mentalidad abierta y no les importará romper el hielo indicándote la forma en la que expresan sus deseos.
Si eliges un club, fíjate si exigen hacer una reserva de antemano. Ello suele significar que los organizadores han revisado y aprobado personalmente cada una de las solicitudes, para asegurarse que los asistentes a la fiesta puedan sintonizar fácilmente.
Lo más importante…
Lo dijimos con antelación, pero tenemos que insistir en que una comunicación abierta entre tu pareja y tú es esencial para desarrollar un estilo de vida swinger. Los celos y la inseguridad son verdaderas amenazas en una relación cuando se presentan terceros, y ambos tendréis que trabajar duro para cerciorar que todo es seguro y vuestro círculo de amigos genere la misma confianza. Cuanto más hables sobre tus sentimientos y deseos, más sencillo será que se plasmen en la realidad. Eso es un círculo virtuoso.