Estoy muy contenta. Este año, dos estudios en los que participaban investigadores españoles han sido galardonados con el Nobel de Física y con el Nobel de Comunicación. Un honor, sin duda, ya que es el reconocimiento a la calidad de nuestros científ… ¿Qué dices? ¿Que la Real Academia Sueca de Ciencias no ha premiado a ningún español? Ya, pero yo estoy hablando de los Ig Nobel de Annals of Improbable Research, mucho más divertidos, dónde va a parar.
Los Ig Nobel Prize
Los Ig Nobel Prize (también conocidos como los Anti-Nobel) son unos premios que, desde 1991, organiza la revista Annals of Improbable Research, con el objetivo de «celebrar lo inusual, honrar lo imaginativo y estimular el interés de las personas en la ciencia, la medicina y la tecnología». Según sus creadores, con estos galardones pretenden que la gente descubra cosas que son sorprendentes, tan sorprendentes que hagan que se RÍA y luego PIENSE». Y no, no quieren ridiculizar a la ciencia, sino honrar ese tipo de logros que también pueden ser extraños, divertidos e incluso absurdos, pero son despreciados como si no fuera buena ciencia. De hecho, se toman su objetivo tan en serio, que auténticos ganadores de los Premios Nobel (sí, sí, los de Suecia) participan en la ceremonia y entregan los galardones.
Eso sí, fieles a su credo, la ceremonia de los Ig Nobel es una orgía creativa en la que asistentes se lo pasan de vicio. Sin ir más lejos, como el tema de la ceremonia de este año (la XXXIII edición) fue el agua, los asistentes pudieron disfrutar de una «Mini-No-Opera» (canciones de ópera, pero sin trama), lanzamiento mundial de aviones de papel y un premio desorbitante: 10 trillones de dólares de Zimbabwe (lo que viene a ser unos 30 céntimos de euro).
La turbulenta vida sexual de las anchoas
Como os dije al principio, el Premio Ig Nobel de Física de este año ha recaido en un estudio llevado a cabo por los investigadores Bieito Fernández Castro (España, Reino Unido), Marian Peña (España), Enrique Nogueira (España), Miguel Gilcoto (España), Esperanza Broullón (España), Antonio Comesaña (España), Alberto C. Naveira Garabato (España), Beatriz Mouriño-Carballido (España) y Damien Bouffard (Suiza).
Bajo el sugerente título de Intense upper ocean mixing due to large aggregations of spawning fish (Intensa mezcla en la parte superior del océano debido a las grandes agregaciones de peces que desovan), la investigación revela que la actividad sexual de las anchoas (Engraulis encrasicolus) influye en las aguas superficiales del océano hasta el punto de crear turbulencias equiparables a las causadas por vendavales y tormentas.
Tras analizar durante tres semanas las turbulencias que afectaban a la ensenada de Bueu (en la Ría de Pontevedra), los investigadores se percataron de que estas aumentaban de 10 a 100 veces cuando las anchoas se juntaban para aparearse, a unos 10-30metros de profundidad. Si estás pensando que debe de ser una orgía al estilo de las de The Deep de The Boys o la de la esposa del pescador , lamento decepcionarte: las anchoas no copulan, se aparean por desove, así que remueven las aguas con frenesí para que el esperma liberado fertilice a los huevos.
Hablar al revés y otros estudios maravillosos
En cuanto al Ig Nobel de Comunicación (Neurolingüística), ha recaído en María José Torres-Prioris (Málaga, España), Diana López-Barroso (Málaga, España), Estela Càmara (Barcelona, España), Sol Fittipaldi (Argentina), Lucas Sedeño (Argentina), Agustín Ibáñez (Argentina, Colombia, EEUU), Marcelo Berthier (Málaga, España) y Adolfo García (Argentina, Chile, EEUU), por el estudio Neurocognitive signatures of phonemic sequencing in expert backward speakers (Características neurocognitivas de la secuenciación fonémica en expertos hablantes hacia atrás), que analiza las actividades cognitivas y mentales de las personas que pueden hablar al revés; es decir, «la capacidad de producir enunciados invirtiendo el orden de los fonemas mientras conservan su identidad», como algunos nativos de La Laguna (Tenerife), que en vez de decir «Buenas noches», dicen «Nasbue chesno», y han llegado a pedir que «la UNESCO reconozca su extravagancia lingüística como patrimonio cultural inmaterial»
A priori, estos estudios pueden parecer tan absurdos y surrealistas como este sobre la eyaculación como remedio para la congestión nasal, pero cumplen los parámetros de los Ig Nobel Prize: nos hacen reír, pero también pensar. Por ejemplo, el estudio sobre las anchoas ha revelado que su «orgía grupal» afecta a la redistribución del oxígeno, la temperatura y los nutrientes, por lo que juega un papel fundamental en el ecosistema marino. Y el ganador del Ig Nobel de Salud Pública, A Mountable Toilet System for Personalized Health Monitoring via the Analysis of Excreta (Un sistema de inodoro montable para el monitoreo personalizado de la salud a través del análisis de excrementos), ha sido premiado por crear el inodoro de Stanford, «un dispositivo que utiliza una variedad de tecnologías, incluida una tira reactiva para análisis de orina, un sistema de visión por computadora para el análisis de la defecación, un sensor de huella anal emparejado con una cámara de identificación y un enlace de telecomunicaciones, para monitorear y analizar rápidamente las sustancias que excretan los humanos»; que, visto de manera simplista, es un inodoro que analiza tu mierd tus heces y te reconoce por la huella del agujero de tu cul de tu ano. Sin embargo, es un invento revolucionario y muy útil, ya que algunos procedimientos clínicos para analizar estas variables son incómodos y no se pueden utilizar de manera continuada fuera del hospital (como, por ejemplo, en la intimidad del hogar del paciente).
Los estudios galardonados en esta edición de los Ig Nobel Prize son fascinantes, no voy a negarlo, pero confieso que mi favorito es el ganador del Premio de Historia del Arte de la de 2022, A multidisciplinary approach to ritual enema scenes on ancient Maya pottery (Un enfoque multidisciplinario de las escenas de enema ritual en la cerámica maya antigua), de Peter A.G.M. de Smet y Nicholas M. Hellmuth. Conscientes de la existencia de cerámica clásica maya con escenas que representan rituales en los que los antiguos mayas se inyectaban enemas embriagadores para experimentar estados místicos, los investigadores se plantearon qué tipo de sustancias emplearían: ¿líquidos alcohólicos, tabaco, nenúfar, alguna otra planta con flores con efectos alucinógenos? Solo había una manera de comprobarlo: inyectándose enemas de dimetiltriptamina (DMT). Kellogg, el creador de los enemas de yogur y los cereales contra la masturbación, debe de estar revolviéndose de envidia en su tumba.