Consejos sexuales

Diabetes y vida sexual

La diabetes es una enfermedad con la que conviven millones de personas actualmente y cuya prevalencia va en aumento.

Desde 1991, cada 14 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Diabetes, una fecha promovida por la Organización Mundial de la Salud y la Federación Internacional de la Diabetes, en respuesta a la preocupación por la creciente amenaza para la salud que representa esta enfermedad.

Hablar de salud de manera amplia requiere un abordaje sobre cómo la diabetes puede influir en la vida sexual de quien la padece. ¿Puede ayudar la terapia sexual al paciente con diabetes?

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Consejos sexuales

¿Qué es la diabetes?

Según la Organización Mundial de la Salud, la diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre y una deficiencia de la producción de insulina.

Aunque existen tres tipos principales de diabetes (tipo 1, tipo 2 y gestacional), la más común es la diabetes tipo 2, que se da en edades más avanzadas y se debe en gran medida a la falta de ejercicio físico y el exceso de peso.

Todos los tipos de diabetes pueden provocar complicaciones en diversas partes del organismo e incrementar el riesgo de muerte prematura.

¿Afecta la diabetes a la sexualidad?

La afectación de la sexualidad de la persona que padece diabetes va a depender mucho del tiempo y la evolución de la enfermedad.

Dado que, conforme avanza, la diabetes produce daños graves en los vasos sanguíneos y las fibras nerviosas del organismo, es muy probable que dé lugar a problemas de erección en el varón. Esto sucede principalmente cuando se ven afectadas de manera importante las fibras nerviosas de los cuerpos cavernosos del pene, así como cuando se produce la oclusión de los pequeños vasos sanguíneos de este miembro.

En el hombre con diabetes, la dificultad para alcanzar la erección es bastante frecuente, aunque en algunos casos también se produce pérdida de deseo sexual y alteraciones de la eyaculación (retardada y retrógrada).

Es importante tener en cuenta que la dificultad eréctil, en una parte de los varones con diabetes, puede tener un origen psicológico. Es decir, parece no estar relacionada con un aspecto orgánico de la enfermedad, sino con aspectos emocionales, creencias sobre la sexualidad, miedo y ansiedad anticipatoria ante la relación sexual, etc.

En relación con la diabetes y la sexualidad en mujeres, existen pocos estudios, pero algunos indican que ellas también suelen presentar problemas sexuales, principalmente niveles más bajos de deseo, anorgasmia y dificultad para la lubricación vaginal.

La diabetes masculina en consulta

Recuerdo cuando llegó Carlos por primera vez a mi consulta. Era un chico de treinta y pocos años. Se aquejaba de tener problemas de erección y estaba preocupado porque esto pudiera deberse a su diabetes.

Nuestro trabajo en terapia se basó principalmente en cambiar ideas erróneas sobre la sexualidad, lo que le aportó tranquilidad y confianza en sí mismo, así como ofrecerle recursos y herramientas que le dieron la posibilidad de un crecimiento erótico más allá del falocentrismo.

En la consulta sexológica, aunque no siempre es tan simple, a menudo es necesario desvincular el disfrute sexual con la capacidad eréctil. Además, para ello suele ser necesario incluir a la pareja (si la hay) en el proceso terapéutico.

Crecimiento erótico del varón con diabetes

En el imaginario colectivo existe un importante mito en relación con la dureza del pene: ¿dificultad eréctil significa impotencia?

Cuanto más falocéntrica se construye la sexualidad de un hombre y más se mide el éxito sexual con la dureza del pene, más profundo es el impacto de la pérdida de la capacidad eréctil debido a la diabetes.

Por ello, es necesario trabajar en el crecimiento erótico del varón, en su concepto de masculinidad y las representaciones de la erección y del pene dentro de su sexualidad, así como en los significados atribuidos a la dificultad sexual.

Como vemos, al hablar sobre diabetes (como sucede con cualquier otra enfermedad) es necesario hacerlo desde una perspectiva de salud integral y esto requiere incluir la sexualidad y promover la información sexual en relación con la salud.

En definitiva, no debemos olvidar que es posible vivir una sexualidad plena más allá de la diabetes.